El hidrógeno es la sustancia más abundante en el universo, pero un nuevo estudio revisado por pares sugiere que su uso para propulsar barcos puede crear más problemas climáticos de los que resuelve.
Según un nuevo estudio revisado por pares, el hidrógeno se extrae principalmente del gas natural, un proceso que consume grandes cantidades de energía y emite grandes cantidades de dióxido de carbono. La producción de gas natural también emite metano, un potente gas de efecto invernadero.
Una solución a este problema es extraer “hidrógeno azul” del CO2; sin embargo, las afirmaciones de que no genera emisiones son engañosas. Según una nueva investigación, las emisiones del hidrógeno azul aún contribuyen al cambio climático una vez que se tiene en cuenta toda la cadena de suministro.
“Llamarlo combustible de cero emisiones es totalmente incorrecto”, dijo al New York Times, Robert W. Howarth, autor principal del estudio. “Lo que encontramos es que ni siquiera es un combustible de bajas emisiones”.
Howarth espera que la mayor parte del combustible de hidrógeno se fabrique a partir de gas natural en un futuro previsible mediante un proceso conocido como reformado con vapor. Éste es un proceso contaminante y que consume mucha energía para convertir metano en hidrógeno y dióxido de carbono.
El mejor caso para el hidrógeno es que se inventan nuevas tecnologías para mejorar el proceso de creación de hidrógeno. En ese caso, el hidrógeno derivado del combustible aún podría actuar como combustible de transición. El peor escenario para el transporte marítimo es que nunca se encuentre una tecnología de producción de hidrógeno verdaderamente verde y que los nuevos barcos propulsados por hidrógeno que se construyan hoy tengan prohibido ingresar a los puertos mañana.
Fuente: GCaptain