Yate casi se hunde en Paraná por exceso de gente a bordo.

El Club Náutico Paraná instaló un pontón en el río para controlar la cantidad de personas que navegan y sumó cámaras de videovigilancia tras incidente del yate.

 

La imagen del yate navegando por el Paraná desbordado de personas trascendió las fronteras de la capital entrerriana. Hoy se cumple una semana de un hecho que pudo haber terminado en una tragedia. Hubo excesos de todo tipo, porque se excedió el número de pasajeros a bordo (se estima que iban 25 jóvenes), había aglomeración de personas y no se respetó el uso de barbijo o tapabocas.

Todo sucedió a plena luz del día, cuando deberían haber sido más rigurosos los controles del club que permitió la salida de la embarcación, el Náutico, o de la Prefectura Naval Argentina (PNA).

A raíz de este incidente la Prefectura inició una causa contra el responsable del yate, mientras que el club dispuso una sanción preventiva hasta que se resuelvan las actuaciones judiciales. De igual manera la entidad que preside Leonardo Díaz, avanzó con medidas de fondo para evitar que se vuelva a repetir el episodio del yate desbordado que casi se hunde cuando llegaba a la Isla Bonita.

“Se instaló un puesto en el canal de salida, donde un guardia corrobora la cantidad de personas a bordo”, precisó a UNO el gerente del Náutico, Rubén Cettour.

Este medio intentó averiguar con las autoridades de Prefectura cómo se iba a ejercer el control, aunque no se pudo obtener información.

Lo cierto es que la dirigencia del Náutico confirmó que desde ayer tres efectivos de la fuerza iban a constatar en la institución que esas medidas se cumplieran. “En este yate podían trasladarse alrededor de 12 personas, y en base al protocolo deberían ser seis como máximo”, graficó el directivo en relación al barco del incidente.

También puso de manifiesto que para navegar hay que ajustarse a normas reglamentarias: “Cada barco debe tener un certificado de conducción, que no es fácil conseguirlo. No todos los barcos lo tienen, si es nuevo el astillero te lo entrega. Si es una embarcación vieja, es raro que tenga un certificado de conducción. Si no está el certificado no me puedo pelear con el socio, diciéndole ‘cargá 12, 13 o 14, personas’. No puedo determinarlo, no sé si Prefectura puede hacerlo”, alegó.

La embarcación sigue encallada en la Isla Bonita, aunque ayer la Prefectura impartió la orden a una empresa para que pueda remolcarla hacia la costa de Paraná. “Un perito certificó que la embarcación está en condiciones, nunca tuvo una rotura de casco. Simplemente agua en los respiraderos en el casco de popa por el exceso de personas, no tiene averías”, detalló.

Más cámaras y un pontón

Entre las acciones implementadas para mejorar el control interno y la salida de embarcaciones, el Náutico incorporó nuevas cámaras de videovigilancia apostadas en el canal de salida. “Lo más importante es el control que pusimos en el egreso del canal de salida. También pusimos un pontón en el agua, desde donde llama el guardia y corrobora que esté hecha la verificación con la cantidad de personas adecuadas”, subrayó.

Consultado acerca de si el incidente náutico pudo haber terminado en una desgracia, explicó: “Nunca se sabe. A la embarcación le entró agua porque hubo exceso de capacidad en la popa. Al amarrar pierde el equilibrio porque todos se van a popa. Cuando estaban navegando es como que el peso estaba redistribuido; si pudo llegar a la isla, no pasó nada”.

Rowing cumple protocolos

La dirigencia del Paraná Rowing Club, otro de los clubes con presencia en el borde costero, también fue consultada. “Cuando se prestan servicios de transporte por agua se cumplen no solamente con los protocolos sanitarios, sino reglamentarios que hacen a las pólizas de seguro, a la autorización para trasladar a la gente. Fuimos a la reunión con el municipio, porque nos interesa, nos preocupa y estamos atentos a que no nos suceda, pero no debimos reforzar controles porque nuestras medidas están siendo respetadas. Nunca hemos tenido ese inconveniente”, señaló a UNO el integrante de la comisión directiva, Miguel Bonetti.

La institución recientemente habilitó un nuevo servicio para socios, que tienen la posibilidad de cruzar a una isla ubicada frente al club, en la costanera de Paraná. Para ello se utiliza una embarcación, que traslada diariamente a unas 80 personas.

“Se permite que la gente vaya en sus propias embarcaciones. Tenemos tres turnos, a la mañana, al mediodía y al terminar la tarde. Luego en el resto de la jornada puede llevar pasajeros a la isla, que creo que toma pasajeros desde el balneario municipal o de la Secretaría de Turismo”, manifestó.

En la isla como en la playa que pertenecen al club ribereño se cumplen con los debidos protocolos de cuidado contra el Covid-19: “Tenemos 35 islas armadas, que son cápsulas para evitar la aglomeración de personas. Además, tenemos instalado el boyado y el servicio de guardavidas. En ese aspecto también estamos tomando las precauciones. Nunca tuvimos una observación de parte de las autoridades”.

Harán operativos en balnearios y clubes ribereños con inspectores

Como se mencionó en la nota principal, UNO intentó comunicarse con las autoridades de la delegación Paraná de Prefectura, pero ello no fue posible porque para acceder a alguna nota primero debe requerirse un pedido formal a la fuerza a nivel nacional. Consultada por cómo se verifican las medidas de control propuestas, desde la Municipalidad de Paraná se indicó que se destinó una patrulla del área de Espacios Públicos y Control Comercial que supervisará la zona del Club Náutico y del Thompson.

“La gente de los clubes nos están diciendo que se hacen bajadas de lanchas desde ese lugar, y por la bajante del río que así lo permite. Han levantado gente que está en el Thompson. Se violaron leyes de la navegación, por eso interviene Prefectura. También en todos los lugares donde hay guardavidas están avisados de que podemos hacer controles a cualquiera de los balnearios”, aseguró el director de Habilitaciones del municipio, Guillermo Comas Cancio.

El funcionario aclaró que se trata de procedimientos similares a los que se practican en cualquier actividad comercial. Al respecto agregó: “El club cuyos socios que realizan mayor cantidad de bajadas de lanchas es el Náutico”.

Tal como puso de manifiesto el funcionario, la práctica no autorizada que se verifica en el Thompson, “escapa al control que tiene el club Náutico”. En concreto, el trabajo de los inspectores municipales tendrá como objetivo evitar la aglomeración de personas, como así también detectar posibles infracciones a las normas de navegación en el río Paraná.

Fuente: Diario Uno de Entre Ríos

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