Superyate Istros

Istros es una belleza clásica: construido en 1954 para la familia Pappadakis y restaurado por Feadship en 2020 de acuerdo con estándares de calidad superior, también se transformó en uno de los superyates más ecológicos de la flota mundial.

 

Tiene una gran historia a sus espaldas: uno de sus propietarios, un marinero británico, le dio un reacondicionamiento multimillonario, lo que la llevó a ganar el barco mejor restaurado en el Monaco Yacht Club Prada Classic Yacht Show en 2001.

Superyate Istros (1)

Su actual propietario y capitán, Tristan Le Brun, la descubrió en el puerto maltés de Valetta en julio de 2015. Su casco resultó dañado por la corrosión. Le Brun quería salvar el exterior clásico y reconstruir todo lo demás.

Feadship construyó una nueva superestructura de aluminio, convirtiéndola en una réplica completa del original.

Superyate Istros (3)

Los motores originales pesaban 38 toneladas, el 15% de la cilindrada total: sustituirlos por fuentes de energía sostenibles significaba adaptar la superestructura y añadir lastre de plomo. El nuevo Istros es más ligero que en 1954 e incluso más estable.

El interior fue realizado en estilo escandinavo por Van Geest Design. Se agregaron más cabañas para invitados y se han ampliado. También incluyó un rediseño del salón principal y la cocina.

Superyate Istros (4)

Este maravilloso yate ya hizo el viaje desde los Países Bajos a Mónaco el año pasado y está listo para nuevas aventuras.

Feadship se formó como grupo en 1949 como una asociación de marketing entre seis astilleros holandeses; De Vries Lentch, Van de Stadt, Witsen & Vis, Akerboom, De Vries Scheepsbouw y Van Lent Shipyard, y De Voogt Naval Architects. Feadship es conocido como uno de los constructores de yates de élite de los Países Bajos y ofrece superyates de 50 a 100 metros de eslora.

Superyate Istros

Fuente: Yacht Harbour

Artículo anteriorMUNICIPIO DE SAN NICOLÁS PROGRAMÓ ACTIVIDADES RECREATIVAS DURANTE EL FIN DE SEMANA LARGO
Artículo siguienteTRAS DERRETIRSE DOS GLACIARES DE LA ANTÁRTIDA, VENECIA PODRÍA QUEDAR SUMERGIDA