En Paraguay advierten del riesgo ambiental sobre el río Paraná ante un barco varado en un puerto de Itapúa con toneladas de aceite vegetal en descomposición.
Se podría producir una catástrofe ecológica que pone el riesgo las aguas del Río Paraná, afectando la costa del departamento de Itapúa, y por ende el recurso que comparte con la Argentina, entre la ciudad de Posadas y Encarnación.
Según denunciaron en medios de prensa del vecino país “el gobierno no hace nada ante un barco varado en puerto con toneladas de aceite vegetal en descomposición desde hace dos años”. Esto ocurre en el puerto Campichuelo, en el distrito de Cambyretá (departamento Itapúa) y se constituye en una amenaza de contaminación del río Paraná, advierten desde el diario ABC Color y La Nación de Paraguay.
“El barco se encuentra varado desde hace dos años en un puerto de Cambyretá, Itapúa, en su interior contiene unos 7 mil litros de aceite en estado de descomposición. Este líquido podría expandirse en todo el Paraná y hasta podría llegar hasta las aguas de Encarnación”, señalaron.
La población del sur del país manifestó su preocupación por la posible contaminación de aguas del río. Se trata de un navío denominado Yporã II, con matrícula 2905 BT, tras llegar desde Ciudad del Este hasta el puerto de Campichuelo, zona donde se encuentra un puesto de la Armada Paraguaya cuyos efectivos no tienen potestad de intervenir en el asunto.
Según la información publicada por ABC Color, la empresa UABL vendió el barco estando en el puerto, a la compañía Merval SA y esta firma negoció con un empresario del desguace de buques llamado Kyu You Lee.
En junio de este año, You Lee solicitó a la Administración Nacional de Navegación y Puertos (ANNP) de Paraguay autorización para descargar el líquido contenido en el barco a un pozo de una excantera de piedra existente en el predio del amarradero del Campichuelo. También contrató los servicios de una empresa especializada en estas tareas, la compañía Biocompany SA.
La operación no se pudo concretar, porque, según dijo la fiscal especializada en medio ambiente en el vecino país, Raquel Bordón, la empresa contratada para la tarea tenía vencida la licencia para operar. Además, agregó, no existen estudios de suelo que garanticen que esta descarga no tendrá un impacto negativo en el ambiente.
La empresa debería presentar un estudio de suelo para determinar si existe o no peligro de filtración de ese líquido al río, explicó. El abogado Ernesto Garcete, representante legal del dueño del buque, calificó de “inoperante” a la fiscalía del ambiente por no realizar la diligencia de rigor, que es verificar si se dan o no las condiciones para el vertido del líquido en el lugar.
«Nosotros solicitamos a la ANNP la autorización para hacer la descarga en un pozo de gran envergadura que está en su predio, hicimos la denuncia del peligro ambiental que implica esa carga de aceite, le dimos las herramientas a la fiscalía para que investigue, pero no hace su trabajo. Es la fiscalía la que debe velar por el cuidado de los recursos naturales, la que debería ordenar un estudio ambiental a través de los peritos del Ministerio Público», cuestionó.
“La embarcación empezó a hundirse hace seis meses debido a serios daños que presenta, además, ya no se encuentra en buen estado para navegar, por lo que se precisaría de otras embarcaciones para remover y trasladar el buque del sitio”, indicó La Nación.
Ciudadanos temen que este líquido pueda contaminar las playas turísticas y la zona en su totalidad. Aseveran que los problemas entre el administrador del puerto, el empresario Esteban Hrican, y el propietario del barco ya son de vieja data. En junio pasado, desde la Administración Nacional de Navegación y Puertos (ANNP) realizó una denuncia en el MADES (Ministerio de Ambiente de Paraguay) contra el arrendatario del puerto por permitir que el barco cargado permanezca en el sitio.
En ese contexto, se pidió la intervención de la Administración Nacional de Navegación y Puertos (ANNP) para descargar el aceite en una ex cantera en Campichuelo. Además, ya se solicitó la investigación de la Fiscalía del Ambiente, pero “hasta el momento no se involucra en el asunto”, señalaron.
Principio precautorio ante el riesgo
Ante la situación expuesta por los medios de comunicación de Paraguay, desde el gobierno de Misiones, a través del Ministerio de Ecología, se debería actuar en forma preventiva recurriendo a Cancillería Argentina para que intermedie en una respuesta diplomática con el gobierno de Paraguay en la respuesta a esta situación de riesgo de contaminación de las aguas del Paraná, y que desde su propia comunidad surge la preocupación, pero que presume una amenaza para el recurso natural que se comparte en la zona fronteriza entre ambos países.
Se establece en la legislación argentina el principio precautorio (Ley 25.675) que establece que: «Las causas y las fuentes de los problemas ambientales se atenderán en forma prioritaria e integrada, tratando de prevenir los efectos negativos que sobre el ambiente se puedan producir».
Asignamos a la prevención en este terreno una importancia superior a la que tiene otorgada en otros ámbitos, ya que la agresión al medio ambiente se manifiesta en hechos que provocan, por su mera consumación, un deterioro cierto e irreversible. Este principio se aplica cuando hay una situación de incertidumbre; una evaluación científica del riesgo; una perspectiva de un daño grave o irreversible; entre otros elementos.
Tanto las autoridades navieras, el municipio y las autoridades ambientales de Paraguay deberán dar respuesta, garantizando retirar el producto antes de que se sea tarde y se derrame los residuos tóxicos al río Paraná.
Fuente: Misiones Online