Los dos tripulantes de un velero de 15 metros fueron rescatados después de que los cetáceos abrieran una vía de agua
Las orcas han hundido el primer barco de la temporada en las inmediaciones del Estrecho de Gibraltar. Este domingo el velero Alboran Cognac, una embarcación de 15 metros de eslora con dos personas a bordo, emitió frente a Cabo Espartel una señal de socorro: pedían su rescate después de que un grupo de orcas golpeara el casco, dañara el timón y abriera una vía de agua que amenazaba con llevar a pique el barco, como así ocurrió después, confirman a ABC fuentes de Salvamento Marítimo.
Las autoridades españolas y marroquíes lo vieron claro. Mientras España activó un helicóptero, las autoridades marroquíes pidieron apoyo a un petrolero cercano, que recogió a los dos tripulantes antes de que el velero naufragara.
Desde que en 2020, por sorpresa para navegantes y científicos, comenzaron las «interacciones» entre barcos y orcas frente a la costa de España y Portugal, estas se cuentan ya por cientos. En los mejores casos, se queda en un avistamiento. Pero en los casos más graves, las orcas se acercan en grupo a las embarcaciones, las rondan durante 20 o 30 minutos y golpean el timón, dejándolo inutilizable e incluso abriendo vías de agua que acaban hundiendo las embarcaciones.
Este comportamiento apenas tiene precedentes en todo el mundo y los motivos siguen sin estar del todo claros: podría ser un juego autoaprendido o una defensa tras una mala experiencia. En cualquier caso, lo que empezó con tres orcas implicadas, ahora es compartido por una quincena de ejemplares al que se ha bautizado como ‘gladis‘.
En las últimas semanas, ha habido varios avistamientos de orcas ibéricas en la zona del Estrecho, como atestiguan los mapas de interacciones del grupo de trabajo Orca Ibérica (GTOA). Pero no todas tienen este comportamiento.Forman parte una población reducida, apenas 59 ejemplares, divididos en seis manadas, que se han especializado en la captura del atún rojo al que, de hecho, persiguen a lo largo de la costa en su flujo migratorio. Las orcas aprovechan que el atún rojo desova en el Mediterráneo para cazar a su entrada y salida de la zona del Estrecho, donde también han aprendido a interaccionar con la almadraba. De ahí que se concentren en esta zona.
Fuente: ABC