Los agentes cruzaron la patrullera ante la embarcación de recreo justo a tiempo para evitar que chocara contra las rocas de la escollera Este. Los dos tripulantes, de 54 y 55 años, se quedaron a merced del fuerte viento racheado tras caer al agua el motor al desprenderse accidentalmente de la popa
Agentes del Servicio Marítimo de la Guardia Civil han salvado una embarcación de recreo a la deriva que, sin su intervención, habría terminado colisionando contra las rocas de la escollera Este del Puerto de València. Los guardias no solo evitaron daños en el velero, sino también que sus dos tripulantes sufriesen algún tipo de lesión como consecuencia del choque.
Los hechos sucedieron sobre las 14.40 horas del pasado martes, 30 de abril, cuando los agentes, que estaban de patrulla rutinaria por las inmediaciones del Puerto de València, vieron un velero que se dirigía a gran velocidad hacia las rocas, empujado por las fuertes rachas de viento que en ese momento alcanzaban los 30 nudos (casi 60 Km/h), mientras sus dos tripulantes, dos hombres de 54 y 55 años de edad, les hacían gestos desesperados con los brazos en alto, en una clara señal de petición de auxilio.
Se quedó sin gobierno al perder el motor
De hecho, la embarcación iba a motor y llevaba plegadas las velas precisamente por ese fuerte viento racheado que soplaba dominantemente desde el Este. En un momento determinado y sin que se conozcan las causas, el motor de gasolina se desprendió accidentalmente del espejo de popa y cayó al agua, dejando el barco sin gobierno posible y a merced de la ventolera, que lo empujaba irremediable y erráticamente hacia las rocas de la costa.
Los agentes, según ha informado este jueves la Comandancia de València, entendieron enseguida la situación y, al ver que la embarcación se dirigía de manera incontrolada hacia la escollera, enfilaron con rapidez la patrullera hacia el barco en apuros y la interpusieron en su trayectoria, entre su casco y las rocas, evitando así la colisión. Dado que fue una maniobra anunciada, los dos tripulantes se sujetaron y no sufrieron ningún daño.
Fuente: Levante
