Calidad, estilo y brillo propio que soportan el paso del tiempo. Pertenece al Astillero Bottesi y Rossini.
Hace exactamente 69 años era botado este barco en Tigre y en él se puede apreciar significativamente la calidad, el estilo y la delicadeza que se utilizaban en aquellos viejos tiempos en la construcción de embarcaciones. Se observan los rastros y sellos de los antiguos artesanos de la madera, los ebanistas navales que ya prácticamente no existen.
Exterior
En sus casi 13 metros de eslora, se resuelven en el “Audax” espacios muy habitables y bien resueltos. Si lo recorremos externamente, nos vamos a encontrar con una proa despejada, la cual se utiliza principalmente como solarium. En popa, el cockpit es un generoso espacio para disfrutar el exterior del yate, cuenta con un asiento de banda a banda de madera y se monta una mesa con capacidad para 10 comensales.
Cuenta con un puesto de gobierno exterior ubicado en la parte más alta del barco, sobre lo que podríamos denominar la carroza.
Por dentro
Hacia popa y con acceso desde el cockpit y el salón principal, esta el camarote principal con baño en suite. El mismo tiene cama matrimonial y sobre la banda de estribor hay dos cuchetas que pueden estar o no, de acuerdo a la configuración que se le quiera dar el usuario.
A media eslora, y quizás el lugar mejor logrado del “Audax”, es el salón principal con el puesto de gobierno interior sobe la banda de babor. Este ambiente es muy luminoso e invitante a permanecer en él. Cuenta con mesa y sillones. También esta la opción en este ambiente de armar dos cuchetas.
Descendiendo tres escalones hacia proa, esta la cocina con todos los elementos necesarios como para vivir a bordo, otro baño con ducha y el camarote para marinero.
El astillero
El “Audax” es una creación del astillero “Bottesi y Rossini” que funcionaba en la tradicional esquina náutica de Liniers y Puente Olivares, sobre el río “De las Conchas”, hoy río “Reconquista”.
Al comienzo de la nota hablábamos de esta -especie en extinción- de barcos concebidos por ebanistas navales que amaban la madera y convivían con ella.
Severino Bottesi era uno de ellos y para saber un poco más consultamos a su nieto, Leonardo Bottesi que recordó lo siguiente:
“Era oriundo de un pueblo llamado “Lundo” perteneciente a Trento –Italia-, y decidió como tantos Italianos probar suerte en América. Llegó a principios del siglo pasado con sólo algunas herramientas (las cuales hoy conservo). Era un apasionado de la madera, todo el tiempo estaba en su carpintería trabajando gratis para sus conocidos.
Trabajó en el astillero Ortholan y después de hora fabricaba barcos por su cuenta en el fondo de su casa en Victoria, los cuales no podían ser más anchos que el pasillo para poder sacarlos y cuando llegaba ese momento se juntaban todos los vecinos para observar la obra terminada y las maniobras de transporte.
En los años 40 fundó el astillero Bottesi y Rossini, con el cual trabajaron juntos durante alrededor de 25 años”, manifestó Leonardo Bottesi invadido ya por la emoción de los gratos recuerdo.
Este ejemplo del astillero donde fue construido el “Audax” en 1951, es la constante que se vivía en aquellos tiempos en la industria naval argentina. Empresas familiares en muchos casos, fundadas por conocedores del oficio relacionado al trabajo de la noble madera, los barcos y la navegación.
Esta embarcación es un fiel ejemplo de todo el valor agregado que en otras épocas se aplicaban en estas verdaderas “joyas del delta”.