El 1 de Octubre de 2020, se realizó un operativo dirigido por la Secretaría de Gobierno del Municipio de Tigre, La Dirección de Obras Particulares, la Dir. Gral. de Plan de Manejo Delta, La Delegación Delta de Tigre, la Prefectura Naval Argentina y la Policía de Islas.
En éste se procedió a realizar la acción gubernamental de desmantelar muelles y estructuras en la zona de frente de avance del Delta. Un operativo que tiene por objetivo principal preservar la zona del humedal en formación y poner un límite a la especulación inmobiliaria, la privatización y mercantilización del mismo. Poner un límite a un nueva colonización inmobiliaria promovida por un ambientalismo VIP o de maquillaje verde.
Lo que no relata La Nación es la historia de la zona y el problema de fondo, que es justamente la mercantilización y transformación del humedal. El previo desplazamiento y hostigamiento de familias isleñas.
Un poco de historia para quienes no conocen los conflictos isleños y este en particular.
En el Delta hay organizaciones sociales que defienden el territorio del avance de la especulación inmobiliaria desde la década de 1990. Desde entonces Asamblea Delta y Río de la Plata ha sido protagonista en discutir respecto del modelo de desarrollo y urbanización en la isla. Desde fines del 2000 se han sumado a estos debates y conflictos tanto vecinos del delta Casa Puente, Unidad Isleña, el colectivo de la Plaza la Paloma, la Cooperativa Isla Esperanza, entre varias organizaciones locales-regionales. Esas organizaciones hoy participan en el Consejo Asesor Permanente Isleño (C.A.P.I.).
La zona de frente de avance del delta, es el área de humedal en formación, crece todos los años e históricamente ha sido el área de junqueo y pesca de familias isleñas. De allí, que muches residieron en el área, porque vivían y trabajaban en el mismo lugar. En el 2008 comienza las obras el famoso megaemprendimiento de barrio cerrado “Colony Park” ubicado en el Arroyo Anguila, canal Vinculación, ríos Luján y San Antonio. No fue el primero, para ese momento ya estaba consolidada Isla Santa Mónica e Isla del Este estaba en construcción.
Con la resistencia social de las organizaciones ambientales ya se habían frenado 2 intentos en la zona.
Colony Park intentó desalojar a las familias isleñas que allí vivían, que luego se organizaron en la Cooperativa Isla Esperanza. Para realizar eso fue necesario contar con la complicidad local y contrataron a isleños inescrupulosos, como el mismo Venencio, capaz de quemar las casas de sus propios vecinos o familiares. Los empresarios saben quebrar las solidaridades locales, el dinero alimenta no sólo el bolsillo sino el ego, el deseo de poder de los varones y les permite legitimarse como los más fuertes en el territorio: “el dueño” y que “acá todos me teman”.
En 2011 la resistencia de las familias y las organizaciones sociales locales tuvo un éxito a nivel nacional que fue la primera paralización de obras de un barrio cerrado y la demostración jurídica del desastre socio-ambiental. Sin embargo, la justicia aún no ha resuelto ese juicio sólo ha reconocido el daño ambiental. Se frenó la construcción de “Colony Park” y “Parque de la Isla”, que se iba a ubicar al lado, en los arroyos Mojarra y Pacú.
ASÍ, GRACIAS A LA RESISTENCIA LOCAL NO SE RADICARON LOS BARRIOS CERRADOS ALLÍ.
En 2013, Venencio desalojó al Cholo, un isleño junquero de 80 años. Desde 2015, aprovechando que la zona no fue ocupada por los grandes emprendedores, empieza a circular en las redes sociales de los sectores altos y medios sanisidrenses la venta de lotes baratos. Así avanzó un nuevo tipo de especulación inmobiliaria motorizada por compradores de sectores de recursos económicos altos y medios que buscan tener un espacio para escapar de la ciudad, la casa de fin de semana, el emprendimiento turístico, económico-artístico.
Mientras fue creciendo la resistencia social frente a nuevos emprendimientos. Esta presión hizo que la municipalidad elaborara el Plan de Manejo Integral del Delta (PMID), basada en parte en el Régimen de Protección socioambiental del Delta propuesta por la Asamblea Delta y Río de la Plata. La municipalidad implementó el PMID con medidas urbanísticas restrictivas y fines recaudatorios para la población isleña. Nada tenían que ver con nuestro modo de vida porque no consultaron a la comunidad para su elaboración.
Nuevamente resistimos y en 2013 con la marcha histórica isleña “la Marcha de las Botas” frenamos su implementación. Armamos la Asamblea 1 de mayo y durante un año se intentó articular con la municipalidad para dar solución a los problemas isleños. Sin embargo, no había voluntad política municipal para responder a nuestras necesidades.
Las organizaciones luego propusimos la creación del Consejo Asesor Permanente Isleño, con el objetivo de resolver los problemas isleños en articulación con quienes gestionan nuestros recursos: el municipio. En ese diálogo tampoco llegamos a buen puerto y todo quedó en la nada. Pasaron 6 años en los que la municipalidad no implementó el PMID y regularizó la consolidación del barrio cerrado Canal del Este.
Volvimos a presionar al estado (caravanas náuticas y festivales) para que cumpla la regulación de varios emprendimientos inmobiliarios en construcción. Así, en 2018 convocan a la implementación de la Dirección General del PMID, logramos la institucionalización del C.A.P.I.. Es decir, una política pública asesorada desde abajo, por las organizaciones y abierta a la participación social isleña. Modificamos la Ordenanza de Prohibición de barrios cerrados, emprendimientos urbanísticos y turísticos y aseguramos que quede dentro de la Ordenanza que aprueba el PMID en su conjunto.
Desde su inicio la Dirección General del PMID comenzó a clausurar mega-emprendimientos en las islas; y canalizaciones y construcciones ilegales en el frente de avance. Basado en la ordenanza que reconoce a esta área como zona de reserva, patrimonio natural y cultural, donde no se pueden subdividir las parcelas y solo se pueden construir edificaciones para la investigación, la seguridad y monitoreo de los humedales. En esta zona se han realizado 30 actas de contravención y clausura sistemáticamente incumplidas por los emprendedores.
Muchas de estas personas se han presentado al PMID para negociar salidas, se les ha explicado la problemática del área que no sólo es zona de fragilidad eco-biogeohidrológica y de reserva, sino que no había sido privatizada hasta el momento.
Estas personas han mercantilizado un bien común, el área de humedal en formación. Han sido cómplices del dragado, la canalización y relleno para realizar las construcciones y poder navegar en la zona. Han sido cómplices y testigos de la devastación del área ¿Eso es ser guardianes del humedal?
EL PLAN DE MANEJO INTEGRAL DEL DELTA (PMID) Y EL CONSEJO ASESOR PERMANENTE ISLEÑO (CAPI)
El PMID es una política pública cuyo objetivo es ordenar ambiental y territorialmente el Delta de Tigre. Actualmente cuenta con una Dirección, tres empleades públicos, una embarcación y una oficina en Tigre. Articula con la Delegación Municipal de Islas y el resto de la Municipalidad.
El C.A.P.I. es un consejo asesor conformado por organizaciones sociales-ambientales y productivas locales de larga trayectoria de trabajo activista en islas. Funciona con reuniones y comisiones de trabajo para abordar los asuntos isleños. La pandemia ha virtualizado la participación, aún así se ha logrado realizar cobertura de necesidades sociales vitales en esta época crítica, así como promover iniciativas productivas locales. Las comisiones están abiertas a la participación de personas que vivan en las islas.
EL C.A.P.I. BUSCA QUE LAS VOCES DE LA COMUNIDAD ISLEÑA DETERMINEN LA IMPLEMENTACIÓN DE LAS POLÍTICAS PÚBLICAS EN EL TERRITORIO. POR ESO TRABAJAMOS DESDE ABAJO, EN Y CON EL TERRITORIO.
Invitamos a la comunidad a entrar en diálogo y a informarse en profundidad. Existen comunicados, notas periodísticas e incluso la posibilidad de acercarse a la zona para ver las consecuencias del destrozo ambiental que operan estos emprendimientos. También invitamos a leer el Plan de Manejo (http://servicios.tigre.gov.ar/digesto/documentos/digestos-pdf/urbanismo-ordenanza_3343-13.pdf) y a sumarse a participar y articular con el CAPI. Valoramos este momento como una oportunidad para fortalecer la autodeterminación del terriotorio, pero entendemos que es algo en construcción. Somos una comunidad con intereses heterogéneos, queremos proteger el modo de vida isleño, pero se trata de muchos “modos de vida”. Lo que sí pensamos que puede unirnos es la perspectiva de cuidar este ecosistema y cuidarnos como parte del mismo.
Defendemos el modo de vida isleño, al humedal como patrimonio cultural y natural.
Fuente: Tigre Noticias