La travesía de un yate de lujo desde el astillero hasta alcanzar el mar es toda una odisea en los Países Bajos. Un trabajo de precisión digno de ver y admirar.
No todos los días se ve un superyate de 80 metros surcando los estrechos canales de los Países Bajos, por lo que no es de extrañar que el viaje inaugural del ‘Galactica’ atrajera el interés y la curiosidad de una gran multitud de personas en las orillas del río aplaudiendo a su paso.
Lo llamativo de esta travesía fue ver a la gigantesca embarcación, construida por la empresa naval holandesa Heesen Yachts, pasando milimétricamente por debajo de los puentes del canal, como si de un trabajo de precisión se tratase.
En una serie de increíbles imágenes ofrecidas por Liguria Nautica se puede ver la travesía desde el astillero de Heesen en la ciudad de Oss, al sur del país, hasta el puerto de Harlingen, en el Mar del Norte, donde el barco de lujo (que cuenta con un helipuerto que se transforma en cine) se someterá a diversas pruebas en el mar, así como de comprobación de su equipamiento.
Una operación muy complicada
Llevar a cabo este tipo de operaciones es complicado. Se necesitan entre tres o cuatro meses de preparación previa para conseguir los permisos y certificados necesarios y una vez obtenidos se tarda entre cuatro y cinco días en transportar el barco mediante remolcadores a través de las esclusas y debajo de, al menos, seis puentes.
Asimismo, el tiempo es fundamental. En este caso en concreto, hubo que esperar un “día tranquilo sin viento” antes de intentar pasar la embarcación a través de una estrecha esclusa en Macharen con solo 15 centímetros de espacio libre a cada lado. En otra etapa, el nivel del agua era tan alto que el ‘Galactica’ no podía pasar por debajo de un puente del río Maas, lo que provocó el parón de la nave hasta que descendió lo suficiente como para seguir su camino.
“Este es un procedimiento estándar con yates de lujo de este tamaño cuando se trata de cruceros por el interior”, dijo un portavoz de la compañía Heesen, que cuenta con más de 40 años de experiencia a la hora de trasladar embarcaciones desde Oss al Mar del Norte. “Esperar a que baje la marea es simplemente ‘lo de siempre’”.
Fuente: El Confidencial