La acción que comenzó el pasado 1 de marzo en Clorinda, Formosa, surgió en respuesta al llamado a licitación para la concesión de la Vía Navegable Troncal (VTN). «Pone en peligro nuestra soberanía sobre el río Paraná», resumieron los organizadores, entre los que se cuentan la Multisectorial Humedales y el Taller Ecologista de Rosario. El pliego, de 2.000 páginas, señalan, «deja en manos de multinacionales la planificación y gestión del tramo más estratégico del río».

La campaña, que cuenta con apoyos internacionales, también impulsa acciones legales para derogar el llamado a licitación y la exigencia al Estado de que recupere su rol indelegable en la planificación, el control y la administración de las aguas bajo jurisdicción argentina. Para, agregaron, desde «un modelo soberano, democrático y participativo», garantizar una gestión que priorice el interés público sobre el lucro corporativo.
El abogado ambientalista Enzo Culasso Orué advirtió sobre los peligros que implicaría un dragado a 44 pies del río: «Venimos sospechando que lo arrojan en la boca de los arroyos que alimentan al Delta, uno de los humedales más grandes del mundo». La falta de transparencia en el proceso y la ausencia de estudios claros sobre los efectos ambientales fueron puntos claves en la denuncia realizada por las organizaciones que integran la remada contracorriente.
Radio abierta y música para el gran final

El final de la travesía en Rosario abrió el abanico de actividades programadas para la jornada con una radio abierta en la que se debatió la importancia de defender el agua y los riesgos de la privatización del río en el contexto de la licitación promovida por el gobierno nacional para la administración de la Hidrovía. Entre los conductores estuvieron Ariel Bulsicco, Sonia Tessa, Germán Mangione, Jorgelina Hiba, Nire Roldán y Sergio Rinaldi.

A las 17, fue el turno del acto de bienvenida. El emblema fueron las embarcaciones “La Yaguarona”, “La del Zurdo” y “Salvemos al Paraná”. Se sumó el músico Jorge Fandermole, quien interpretó el símbolo ya global que es su tema “Oración del Remanso”. Luego, como cierre, un festival de música.
Martha Arriola, activista de la campaña e integrante de la Red Eclesial Justicia y Paz, destacó las adhesiones a lo largo del extenso recorrido. «Es difícil destacar algo en particular. Es estar haciendo juntos personas y grupos muy diferentes, poniéndonos de acuerdo en una misma causa y remar contracorriente sosteniendo la unidad en la diversidad, aprendiendo unos de otros. Recibimos aprendizaje y energía de las comunidades, es como una gran marcha del pueblo organizado», relató.
Del humedal a la autopista
Los organizadores de las convocatorias recordaron que el río Paraná, junto con el Paraguay, forma el corredor de humedales de agua dulce más extenso del planeta. Y afirmaron que bajo el modelo de la Hidrovía Paraná-Paraguay el curso de agua ha sido transformado en «una autopista de explotación al servicio de grandes corporaciones, desconectándolo de su naturaleza viva y su rol esencial como proveedor de agua, sustento y cultura».
Eso, siguieron, produce enormes impactos ambientales. En ese sentido, resaltan que la propuesta de aumentar el calado del río a 44 pies desestabilizaría ecosistemas críticos, afectando humedales esenciales que regulan inundaciones y sequías, perjudicando la calidad del agua y actividades como la pesca artesanal.
En lo social, señalan, las comunidades costeras enfrentan riesgos como la contaminación del agua potable y el desplazamiento, agravando las desigualdades sociales en un contexto de crisis climática.
Las consecuencias económicas, son de soberanía y concentración: mientras el 80% de las exportaciones agroindustriales argentinas sale por el Paraná, la gestión privatizada «perpetúa el saqueo de recursos y la evasión fiscal, dejando a las comunidades fuera de los beneficios».
Fuente: El Ciudadano Web
Foto Portada Edu Bodiño