Sequía extrema en el Río Amazonas

La severa disminución del nivel del río Amazonas, atribuida al cambio climático, está afectando gravemente la navegación y la economía de la región

La escasez de lluvias y el aumento de las temperaturas han llevado a que partes del río se reduzcan a pozas superficiales, dificultando el transporte de pasajeros y mercancías, e impactando el acceso a zonas clave como el centro de producción de Manaos.

Ante esta crisis, el gobierno de Brasil anunció planes para dragar varios tramos del río, con el fin de mantener la circulación en tiempos de sequía. Sin embargo, científicos advierten que esta intervención podría tener efectos negativos a largo plazo sobre los ecosistemas acuáticos, poniendo en riesgo la flora y fauna local.

El Servicio Geológico de Brasil reportó en septiembre que el río alcanzó su nivel más bajo jamás registrado, descendiendo 7,6 metros por debajo de la media habitual. El impacto de esta sequía no solo afecta la navegación, sino también el costo de vida. Según el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), la sequía ha causado un aumento en los precios de alimentos, con una inflación de 0,50% en septiembre, y encarecido la electricidad en casi 0,90 reales por cada 100 kWh debido a la menor capacidad de las hidroeléctricas.

Expertos como Bernardo Flores, de la Universidad Federal de Santa Catarina, señalan que la temperatura media en la Amazonía ha aumentado un 2% desde la década de 1980, exacerbando la sequía. Este fenómeno, combinado con la deforestación y los incendios, está deteriorando la cuenca del Amazonas, hogar de más de 47 millones de personas, incluidos 2,2 millones de indígenas de más de 400 etnias, cuya supervivencia depende del río.

La cuenca del Amazonas, que cubre partes de Brasil, Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela, alberga una biodiversidad incomparable, con más de 2.700 especies de peces, de los cuales 1.900 son endémicas. Sin embargo, la salud del río está cada vez más amenazada por la actividad humana, incluyendo presas hidroeléctricas, la contaminación y la minería, lo que compromete su futuro como fuente vital de sustento para millones de personas.

El panorama actual del Amazonas refleja no solo un desafío ambiental sino también una crisis económica y social que exige soluciones inmediatas y sostenibles.

Fuente: Revista Chacras

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