Fueron avistadas por un pescador del lugar gracias a la gran bajante que afecta al Paraná. Las características de las cadenas coinciden con otras halladas tiempo atrás.
Las precisiones aportadas por lugareños, historiadores y el propio Grupo Conservacionista, han permitido ir armando un tramo de la historia desconocida de la batalla de Obligado, dándole además la relevancia que el hecho se merece.
Días atrás, el pescador Jorge López, en una de las tantas jornadas de trabajo, avistó sobre las costas de Vuelta de Obligado, varios eslabones de cadenas, que por sus características son similares a las utilizadas para la batalla allí desatada hace 175 años.
En 2015, cuando el equipo del museo halló accidentalmente al “Republicano”, había visualizado a través del sonar una línea de “algo” colgando en el veril del río, en el mismo punto donde ahora se dio el hallazgo de López.
Lamentablemente, en aquel momento, ese dato y el descubrimiento del “Republicano”, no pudieron seguir siendo analizados ya que el equipo del museo de San Pedro fue paralizado por una injustificada denuncia en su contra.
Hoy, gracias al hallazgo del pescador, se puede cotejar la ubicación de las cadenas con la imagen grabada 5 años atrás y ver que se observa una línea punteada de varios metros colgando en la pared del río.
Para el equipo del Museo Paleontológico, esta línea tiene todo el aspecto de ser la continuidad bajo agua de los eslabones encontrados por López y podría tener varios metros de longitud.
Fuente: San Pedro Informa
HISTORIA
La denominada Batalla de la Vuelta de Obligado es la primera de las que conforman la “Guerra del Paraná” (1845-1846), cuyo origen hay que buscarlo en la decisión del gobernador bonaerense Juan Manuel de Rosas de prohibir la libre navegación de los ríos interiores a todo país extranjero, lo que generó inmediata reacción de las potencias europeas.
Tras el fracaso de la vía diplomática, “una flota anglo francesa compuesta por 11 barcos de guerra y 100 barcos mercantes” ingresó al Paraná y fue interceptada por las tropas confederadas a la altura de la Vuelta de Obligado, a unos 18 kilómetros de San Pedro.
“Era una flota muy poderosa, con cañones que tiraban a más de un kilómetro y medio cuando -los argentinos apostados en tierra llegaban a los 700 u 800 metros- y que incluía tres acorazados a vapor que fueron los primeros en el Paraná”, contó Ramos.
Los confederados pelearon aguerridamente, pero la desigualdad de fuerzas hizo que la batalla se resolviera a favor de las fuerzas invasoras, que lograron cortar las cadenas para proseguir viaje por el Paraná y desembarcar a unos kilómetros de allí.
Sin embargo, se suele decir que la de la escuadra enemiga fue una “victoria pírrica”, porque no las poblaciones ribereñas no sólo no compraron sus productos sino que la atacaron sistemáticamente, regresando diezmada al viejo continente. Además, las potencias europeas terminaron reconociendo la soberanía argentina sobre sus ríos interiores.
