El timón del Endurance, emblema del naufragio en la Antártida. El 21 de noviembre de 1915 se hundió en la gélidas aguas del mar de Weddell

El histórico barco de Shackleton ha sido descubierto a 3.008 metros de profundidad en el mar de Weddell

El SA Agulhas II salió de Ciudad del Cabo el 5 de febrero, pero la búsqueda con un minisubmarino empezó el día 17, ya en el Mar de Weddell. En el tramo final de la expedición (el viernes anunciaron que no podían permanecer más de seis días en la zona), ha dado resultado. Más de un siglo después de su hundimiento, una expedición científica -Endurance22- ha hallado los restos del naufragio del explorador antártico Sir Ernest Shackleton (1874-1922), el ‘Endurance’, en el fondo del Mar de Weddell.

Shackleton salió del Támesis el 1 de agosto de 1914, con el espanto de la I Guerra Mundial ya a su espalda. El objetivo era atravesar la Antártida a pie por primera vez, después de que Amundsen hubiera llegado unos años antes, en 1911, al Polo Sur. Sin embargo, el hielo implacable del mar de Weddell le atrapó antes de que lograra su objetivo.

El 18 de enero, el barco quedó bloqueado en la banquisa. De febrero a octubre de 1915, en el invierno austral, fue una presa inane en el infierno blanco. El buque se hundió el 21 de noviembre de 1915. «Está aplastado más allá de toda esperanza de ser enderezado», anotó Schackleton al abandonar el barco con su tripulación el 27 de octubre. En una hazaña sin igual, aquellos hombres emprendieron un asombroso camino de salvación a temperaturas de -30º en tierras desconocidas hasta entonces para el ser humano.

El Endurance ha sido hallado a 3.008 metros de profundidad, a cuatro millas al sur de la posición registrada originalmente por el capitán Worsley, y en un excelente estado de conservación, con sus maderas aún unidas y su nombre claramente visible en la popa, según las imágenes que ha grabado la expedición impulsada por el Fideicomiso del Patrimonio Marítimo de las Malvinas. «Sin exagerar, este es el mejor naufragio de madera que he visto en mi vida, por mucho. Está erguido, orgulloso del fondo marino, intacto y en un brillante estado de conservación. Es un hito en la historia polar», según Mensun Bound, director de la expedición.

Para el geógrafo polar John Shears, uno de los responsables de la expedición, «el descubrimiento de los restos del naufragio es un logro increíble». «Hemos completado con éxito la búsqueda del naufragio más difícil del mundo, luchando contra el hielo marino en constante cambio, ventiscas y temperaturas que caen a -18ºC. Hemos logrado lo que mucha gente dijo que era imposible», agregó.

Tras abandonar el barco, un magnífico bergantín de tres palos, los 28 hombres de Shackleton continuaron su expedición de supervivencia. El 24 de abril de 1916, Shackleton tomó junto a cinco de sus hombres un pequeño bote –el James Caird, salvado del Endurance– para ir de isla Elefante a isla San Pedro (Georgia del Sur) en busca de ayuda. Fueron unos 1.400 km hasta un lugar aislado en Georgia del Sur. Desde allí continuaron a pie, 35 km en línea recta, por un itinerario imposible de grietas traicioneras y levantamientos rocosos, hasta la estación ballenera de Grytviken. Lo lograron. Y también consiguieron volver a por sus compañeros. Todos los miembros del grupo se salvaron.

La popa del Endurance con el nombre y estrella polar emblemática. / FALKLANDS MARITIME HERITAGE TRUST AND NATIONAL GEOGRAPHIC

En 2019 ya hubo una expedición en búsqueda del Endurance. Entonces, el lugar del naufragio fue declarado Sitio y Monumento Histórico bajo el Sistema del Tratado Antártico, de forma que no puede ser tocado ni trasladado. Solo fotografiado, estudiado, admirado. Ahora, en la segunda ocasión, la búsqueda ha dado resultado en unas condiciones extremadamente difíciles, en el impredecible y gélido mar de Weddell.

Durante la búsqueda, un equipo de científicos de instituciones educativas y de investigación ha dedicado cientos de horas a tomar datos relacionados con el cambio climático. Representantes del Servicio Meteorológico de Sudáfrica, la firma alemana Drift & Noise, el Instituto Alfred-Wegener de Alemania, la Agencia Espacial Alemana (DLR), la Universidad Aalto en Finlandia y la Universidad Stellenbosch de Sudáfrica investigaron las derivas de hielo, las condiciones climáticas del Mar de Weddell, estudios del espesor del hielo marino, y pudieron cartografiar el hielo marino desde el espacio.

Fuente: ABC de España

La proa del Endurance en el fondo del frío mar antártico

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