Sucedió el sábado pasado en Santa Fe. El denunciante es el lanchero Alejandro Peresini, junto a su familia. Habían ido a pasar el día en la punta de Alto Verde. Pero llegaron unas 200 personas y armaron una fiesta. “Andate de acá”, me dijeron.
Un lanchero que había ido junto a su familia y otro matrimonio a pasar el día en la punta de la isla de Alto Verde denunció que fue víctima de un violento hecho, cuando un grupo de jóvenes arribó al lugar y le dijo que se tenía que retirar, porque allí iban a hacer una fiesta clandestina.
El hecho ocurrió el sábado pasado en un sector de Alto Verde a donde confluyen el Canal de Acceso al Puerto de Santa Fe y la desembocadura del río Colastiné. Hasta ese lugar habían llegado por la mañana Alejandro Peresini junto a su esposa y su hijo de 9 años, para encontrarse con otra familia de Paraná, que también viajó en su lancha particular desde la vecina ciudad entrerriana.
Los amigos se acomodaron en una playita virgen de la isla, abrieron reposeras y mesas y se dispusieron a disfrutar de un asado. Hasta que cerca de las 13.30 comenzaron a llegar a la zona varias lanchas con jóvenes. “Primero se amarraron (ilegalmente) a la boya roya que está frente a la playita”, contó Peresini. “Y más tarde encararon para donde estábamos y nos dijeron que nos teníamos que retirar, porque allí iban a hacer una fiesta”.
“A los pocos minutos eran alrededor de 30 lanchas, motos de agua y yates”, continuó su relato el lanchero. “Empezaron a bajar equipos de sonido, de iluminación, generadores de energía, e insistían con que nos vayamos”.
“Entonces entendimos que estábamos en peligro. Llamé al número de emergencias 106 de la Prefectura (Naval Argentina Delegación Santa Fe) y le relaté lo que me estaba ocurriendo a una persona que me atendió del otro lado”, dijo Peresini. “Me informaron que iban a ir a controlar lo que ocurría”.
Pero la patrulla naval de la Prefectura nunca arribó al lugar. “Entonces decidimos irnos, porque corríamos peligro y los reclamos habían subido de tono”, dijo Peresini. “Cuando terminamos de cargar todo sobre las lanchas nos empujaron, mi lancha golpeó contra otra y se rayó -continuó su relato-. Les insistí con que nos estábamos yendo y que nos permitan hacerlo con tranquilidad. Todo a la vista de mi hijo de 9 años. Vivimos un momento realmente peligroso”, consideró el lanchero.
Finalmente pudieron retirarse del lugar y se dirigieron hacia la amarra de la Prefectura, en el Puerto de Santa Fe. “Ahí volví a llamarlos y les pedí explicaciones de por qué no aparecieron. Me volvieron a decir que iban a ir a inspeccionar. Pero a nosotros ya nos habían arruinado el día”.
Con la llegada de la Primavera, la actividad náutica en el río es más activa. En la Costanera Este se pueden observar la gran cantidad de embarcaciones que disfrutan del paseo al aire libre. Y también ocurren estas reuniones masivas en las islas, algo que que se está tornando habitual.
Fuente: El Litoral de Santa Fe