Se viene un torneo a distancia, con los deportistas participando a través de videos. Al respecto, opinan el campeón argentino y el mejor junior. Detalles.

 

El surf se prepara para volver a competir de manera virtual: se desarrollará el primer Campeonato Argentino de Surf Virtual Junior, con deportistas participando a través de videos. Al respecto, opinaron el campeón argentino y el mejor junior.

“La gente, a veces, tiene una idealización del surfista. Muchos creen que estamos todo el día tirados en la playa, tomando sol, con el pelo rubio por la parafina, sin preocupaciones ni sacrificios. Pero eso no puede estar más alejado de la realidad. Y con un ejemplo me alcanza: los invito a que vengan un día de invierno a surfear dos horas con nosotros y luego a cambiarse en la orilla luego de salir congelado… sólo deben imaginarse lo que es replicarlo cada día”, reflexionó Martín Passeri, seis veces campeón argentino, sobre cómo la sociedad ve a quienes se deslizan sobre las olas.

“Es verdad que, erróneamente, mucha gente asocia al surfista con una vida que todos quisieran tener: calor, playa, palmeras y relax, pero pocos saben el sacrificio que hay detrás, desde el entrenamiento diario en agua fría como malas condiciones del mar hasta estar lejos de tus seres queridos”, agrega Franco Radziunas, una de las nuevas joyas del surf argentino. Con 17 años, ya ha conseguido resultados importantes en la categoría principal (Open) pero aún le quedan unos meses en el circuito junior.

En un par de semanas, Radziunas participará del primer campeonato virtual junior que se hará en Mar del Plata, la cuarta fecha puntuable del circuito argentino que venía posponiéndose y se hará de forma virtual. Los surfistas se graban individualmente en olas y las mandan para ser juzgados por los jueces. Passeri, quien se mantiene vigente a los 45 y además es su coach, tiene una forma de resumir lo que es el deporte que ama. “Es una diversión seria”, dice, coincidiendo con la campaña que la marca Quiksilver lanzó de forma global (Serious Fun).

En los 90, Passeri fue pionero en el ambiente del surf cuando lo tomó como deporte profesional. Criado en Buenos Aires, recién a los 17 años, en 1992, pudo radicarse en la Feliz para hacer lo que más amaba. Y seis años después, luego de mucho remar, consiguió su primer patrocinio, lo que le permitió dedicarse full time. “Aquellas épocas no fueron fáciles. No me costó esfuerzo porque era lo que quería, pero sí resultó difícil encontrar sistemas apropiados y surfear la resistencia del entorno a algo que no se veía bien, el aguantarte la sensación de no aceptación de tus pares…”, marcó.

“Claro que en un punto es una vida soñada porque estamos donde amamos, viajamos, conocemos otras culturas y descubrimos playas en todo el mundo pero, a la vez, requiere de esfuerzo, compromiso y dedicación. Tener que desarrollar un plan de acción a corto y largo plazo implica un trabajo constante día a día, balanceando el entrenamiento dentro y fuera del agua, acompañado de una alimentación saludable y una vida organizada. Todo sacrificio para llegar a los resultados siempre tiene que ir junto a la confianza y a la determinación. Tampoco podemos olvidar el dar una buena imagen y retribuir el apoyo de los sponsors. Es un trabajo. Hermoso, pero trabajo al fin”, cerró Radziunas.

Fuente: Doble Amarilla

Martín Passeri y Franco Radziunas, felices al salir del agua.
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