Guardería Náutica Tifon en Granadero Baigorria (Rosario)

Desde la Cámara que agrupa a las guarderías dicen que la provincia había tomado la decisión política de autorizar la actividad, pero desde Nación lo desaconsejaron.

 

Nos trataron muy bien, vimos una buena predisposición para escucharnos, pero nos fuimos con lo mismo que habíamos llegado”. Así describió Federico Van Tuyne, representante de la Cámara Náutica de Rosario, la sensación que los referentes de la actividad tuvieron al retirarse de la reunión que mantuvieron con funcionarios provinciales y municipales para buscar una solución a tantos meses de parálisis de ese sector.

En el encuentro celebrado este lunes a la tarde participaron los representantes de los clubes de la costa, de las guarderías de lanchas y de kayaks y de la Cámara Náutica; el ministro de Trabajo de la provincia, Roberto Sukerman, y el secretario de Deportes y Turismo de la Municipalidad de Rosario, Adrián Ghiglione.

Al ser consultado por La Capital sobre si podía hacer un balance de la reunión, Van Tuyne destacó en primer lugar la buena predisposición al diálogo de las autoridades “y para trabajar de cara al futuro y preparar la temporada de verano de manera segura y controlada”.

“Nos dijeron que la provincia ya había tomado la decisión política de autorizar la actividad náutica, pero parece que Nación les bajó el pulgar”, expresó Van Tuyne . La marcha atrás en la habilitación náutica se habría dado luego del contacto que tuvieron el viernes pasado el gobernador Omar Perotti y el presidente Alberto Fernández.

El dirigente de la Cámara Náutica tiene expectativa de que la situación cambie en los próximos días. El último decreto firmado por el gobernador en el que se extendían las restricciones (entre ellas la de la actividad náutica) tiene como fecha tope el domingo próximo. “Veremos que pasa a partir de esa fecha. Hasta ese día no nos dieron la posibilidad de abrir. Hay algo de desconcierto en el sector, porque provincia dice haber tomado la decisión de permitir la actividad, pero el gobierno nacional la desaconsejó”, agregó.

La actividad náutica está paralizada desde el inicio del aislamiento preventivo y obligatorio desde el 20 de marzo pasado. En la zona ribereña del Gran Rosario hay registradas 22 guarderías, de las que dependen 1.500 familias. En esos establecimientos se guardan y se les brinda mantenimiento a un tal de 25 mil embarcaciones, de las cuales 10 mil son a motor y el resto se reparten entre veleros de porte chico, kayaks y piraguas..

Van Tuyne expresó que en la reunión de ayer los representantes del sector náutico encontraron una muy buena recepción por parte de los funcionarios y con una predisposición para solucionar los problemas que afectan al sector. “Estuvimos programando la temporada para que sea segura y quedamos para trabajar en el futuro. Veremos qué sucede cuando venza el último decreto del gobernador”, agregó.

Los representantes de la actividad recibieron el compromiso del ministro Sukerman de hacer todo el esfuerzo posible para que el “ambiente” del río vuelva a la normalidad.

“Nosotros propusimos volver a funcionar y en el caso de que la situación sanitaria cambie la idea sería ir restringiendo la actividad de a poco, no cerrar todo de golpe. Quedamos en trabajar en esa idea. Mañana a la tarde habrá una reunión con el intendente Pablo Javkin”, sostuvo Van Tuyne.

“La situación es complicada para todos. Al estar cerradas las guarderías y no poder salir a navegar, los clientes posponen los mantenimientos. Todo el sector está parado. Los clubes no pueden brindar muchos servicios. Se les cayeron los abonos de pileta y las cuotas por deportes, eso les genera un montón inconvenientes. Tenemos el compromiso de la Provincia y el municipio de que nos van a ayudar a salir de esto”, agregó.

En declaraciones periodísticas tras el encuentro con representantes del sector naútico, el ministro de Trabajo de Santa Fe, Roberto Sukerman, se mostró confiado en una pronta habilitación del sector. “Aspiramos a que sea en los próximos días”, dijo. “Se están revisando los protocolos que ya fueron presentados cuando la actividad estaba en funcionamiento”.

“Más allá de las complicaciones lógicas que todo esto genera, porque estamos hablando de un problema de salud, observamos una muy buena predisposición y compromiso para llevar adelante la actividad de la manera más responsable”, subrayó Sukerman.

Fuente: La Capital Rosario

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