Intensa actividad náutica durante el fin de semana en el Delta. El retorno de la actividad tuvo mucha afluencia de embarcaciones en la primera sección. Los sitios donde se vio más presencia de barcos fue en el fondeadero del “Río San Antonio” y los clásicos de “El Pajarito”, el “Ocho” y “Laguna Discoteca”.
Por Gastón Larripa / gaston@comunidadnautica.com
La esperada “vuelta” de la náutica se notó este fin de semana en el Delta. La expectativa era grande y desde marzo muchos amantes del río “padecían” la abstinencia de poder salir a navegar y disfrutar de esta apasionante actividad. Finalmente, llegó este fin de semana a pleno sol, con excelentes temperaturas (sábado 24º y domingo hasta 26º) y muchos nautas pudieron finalmente hacerse al río. Todo fue en orden y en un número elevado, pero que no llegó a sobrecargar las guarderías, clubes náuticos y amarraderos (se temía aglomeración de gente en esos lugares). Según los registros que fuimos recibiendo durante sábado y este domingo, todo fue en en orden, tranquilidad y con mucho respeto de los protocolos sanitarios impuestos por la crisis del Covid-19.
Las guarderías, principalmente las más grandes, fueron confeccionando esquemas de atención al público que organizó de manera acertada la entrega de embarcaciones. Por ejemplo la Guardería Sarthou (la más grande de Argentina) estableció un procedimiento con sus socios que facilitó la manera de salir al río. Por mail, durante la semana, fueron recepcionando las declaraciones juradas que exige la norma y de esa manera el ingreso al complejo era directo, solo mostrando el permiso de Circulación y en pocos minutos ya contaban con la embarcación en el agua.
Fondeaderos
Los tradicionales sitios de fondeo fueron elegidos durante el fin de semana para disfrutar de las excelentes condiciones climáticas. Donde mayor números de barcos se observaron durante sábado y domingo fue el San Antonio. Cientos de yates se apostaron con proa al norte en el ancho curso delimitado por el Canal Vinculación y la desembocadura al Río de la Plata. Se vieron pocos barcos abarloados, por lo que en general se respetaron las normas de distanciamiento social (aunque siempre hay excepciones).
El Pajarito, fue otro punto de alta concentración de sport cruisers y lanchas principalmente. Este río es realmente uno de los sitios más emblemáticos de la primera sección del Delta, por el clima tranquilo, el ambiente familiar y el entorno envolvente de los sauces y lapachos que se entremezclan en las costas.
Llamó la atención que la “Pizzería del Rasta”, tradicional local gastronómico, el primero que se encuentra al entrar a “El Pajarito” desde el Vinculación, estuvo cerrado. No obstante, el resto de los locales (restaurante y parrilla que hay en la zona) atendieron al público en su terrazas exteriores.
La denominada “Laguna Discoteca” en la zona del frustrado proyecto inmobiliario “Colony Park” fue el sitio elegido por los jóvenes para para volver al río en este fin de semana espectacular, donde hoy inclusive muchos no aguantaron con la tentación e hicieron un refrescante chapuzón, en unas aguas que hasta me parecieron más límpidas que lo habitual. Se escuchó durante todo el día el “cachengue”, esa mezcla de cumbia y reggaeton que salen de los potentes amplificadores de los barcos. Generalmente estas movidas en el río las denominaban “la previa”, aunque ahora ese nombre no tiene mucho sentido ya que la noche nunca puede empezar en un boliche, por ahora!. Si bien no eran las grandes concentraciones de lanchas y barcos abarloados, había algunas digresiones que no tienen que pasar en estos tiempos de pandemia.
Completaron la presencia en esta laguna de jóvenes, el paso constante de grupos de motos de agua y jet ski, que pasan, van y vienen y dan vueltas con un solo objetivo: ver como esta la movida!.
La zona del “ocho” es como siempre, la elegida por los que quieren hacer algunos deportes acuáticos como wakeboard, ski y wake surf. Establecido así desde siempre, el sentido de giro a estas dos islas artificiales con un canal central (lo que forma el 8) es inverso al de las agujas del reloj, aunque siempre hay algun distraido que viene navegando “en contramano”. Se vio mucho gente también este fin de semana, con más afluencia durante el domingo. Las dos bahías internas que son realmente un páramo, se vieron completas de lanchas que disfrutaron de dos jornadas realmente fabulosas.
Operativos
Si bien no se observó un operativo particular por parte de la Prefectura Naval Argentina, si pudimos ver mucha presencia en la sitios más sensibles para la navegación. Río Luján y Río Tigre; Río Luján y Caraguatá, Río Luján y Canal Arias, Río Luján y Vinculación, Río San Antonio y Vinculación, Río Sarmiento (Tres Bocas); Río Capitán y San Antonio, entre otros lugares. Estuvimos consultando y fundamentalmente los controles que se realizaron fue que las personas a bordo cuenten con el Permiso de Circulación Covid-19, y la documentación habitual de la embarcación (elementos de seguridad, matricula, brevet del timonel y los aranceles correspondientes de la embarcación – Tasa de Prefectura Naval Argentina-)
Postal nocturna
La imponente luna llena del sábado de Halloween fue una gran excusa para los que tuvieron la posibilidad de quedarse un rato más en el río y para muchos que cuentan con las comodidades como para pernoctar en la embarcación. Fue impactante, como todas esas noches en la isla donde la luna se hace protagonista e ilumina el río de tal manera, que el entorno se transforma en una gran postal nocturna.
Dentro de una normalidad tranquilizante pasó este completo fin de semana pos habilitación de la actividad náutica (el fin de semana pasado se había encendido la “luz verde”, pero el clima no fue bueno, por lo que no se había podido hacer un balance). La expectativa es muy alta para un gran verano en el río, es que la situación sanitaria por la pandemia del Covid-19 y la incertidumbre que genera la evolución de los contagios del virus que impide empezar a planificar las vacaciones, hacen que se anticipe un verano récord en el Delta y en los ríos de las grandes ciudades. Hay dos datos que dan este indicio: aumento exponencial de venta de lanchas y la consulta de alquileres en las Islas de Tigre y San Fernando, que creció un 90%.