Click ¬ Boat y otras apps hacen posible que disfrutar del mar en un yate sea ahora una opción más asequible.
Este de 2021 es el segundo verano que nos obliga a pensar en vacaciones diferentes. El turismo local, dadas las dificultades para afrontar viajes largos, vuelve a ser protagonista. Según la consultora Braintrust, más del 82% de los viajeros españoles este año optará por destinos nacionales, siendo la playa y el mar la opción favorita de más de la mitad de la población.
Y es que España es país de costas, y de puertos. Después de Francia, es el segundo país europeo con más puntos de atraque: 292 puertos deportivos y 131.100 amarres, el 68% de los cuales se ubican en la costa del Mediterráneo.
El deseo de probar nuevas experiencias, incluso sin la posibilidad de visitar a algún país exótico, se combina con la prudencia y el interés por propuestas que favorezcan el distanciamiento social, por tanto, lejos de las playas más abarrotadas. Con estas coordenadas, no es de extrañar el auténtico boom que experimenta el alquiler de embarcaciones, una solución ideal para unas vacaciones diferentes, pero marcadas por el relax y la seguridad.
Una vez elegidos los compañeros de viaje adecuados, el barco ofrece una libertad de movimiento casi total, que va más allá de costas e islas. De hecho, las opciones de menor impacto ecológico, como catamaranes y veleros, permiten viajar de forma sostenible incluso dentro de parques y reservas naturales.
Por otro lado, hay embarcaciones especiales y muy pequeñas para pasar días encantadores a lo largo de los ríos que atraviesan las ciudades principales, así como pequeños pueblos donde, antes de la pandemia, solo se llegaba por casualidad. Sin duda, uno de los aspectos más interesantes de este tipo de vacaciones es la posibilidad de reservar a última hora, improvisando la ruta y los lugares a visitar.
Alquilar un barco, por tanto, es una solución completa, que combina aventura, placer y seguridad: permite unas vacaciones aisladas pero también ofrece la posibilidad de explorar nuevos destinos, o redescubrir lugares conocidos pero mirándolos con ojos completamente nuevos. El coste obviamente depende de muchos factores, incluido el tipo de barco, la zona, el período, pero en algunos casos puede ser incluso menos caro que unas vacaciones en tierra ya que, igual que la caravana, junta transporte, comida y alojamiento.
En los últimos años, la industria náutica se ha reinventado, adaptándose a las nuevas necesidades y demandas, algo que ha vuelto mucho más ágil y accesible el mercado del alquiler. La tecnología es el agente principal de este cambio, a través de varios portales y aplicaciones.
Es el caso de Click&Boat y otras plataformas similares como Sailogy, Samboat o Sailsquare, que siguen la misma receta exitosa de Airbnb o Blablacar. En este caso, se trata de aplicar la economía colaborativa a los barcos, para que los propietarios de un navío puedan amortizar los costes de gestión alquilándolo por breves períodos.
Por otro lado, las estadísticas muestran que quienes poseen un barco lo usan durante unos diez días al año: entonces, ¿por qué no rentabilizarlo durante el resto del tiempo? Del mismo modo, hay muchos amantes del mar que no pueden permitirse comprar su propia embarcación, y prefieren alquilar una por unos días. El encuentro entre estas dos necesidades ha producido una verdadera explosión del servicio.
Según detalla Click&Boat, en el primer semestre de este año, se produjo un incremento en comparación con fechas pre pandemia (2019) del 71,37 % en el número de reservas; y del 131,50% en comparación con el año pasado. Se trata de datos referidos únicamente a usuarios españoles, cuyos destinos favoritos son Ibiza, Menorca y Barcelona, seguidos por Mallorca, Formentera, Valencia, Denia y Palamós.
Además del alquiler de embarcaciones, la tecnología también ofrece una ayuda importante a bordo, con aplicaciones diseñadas específicamente para la navegación. Nantly, por ejemplo, permite encontrar los mejores puntos de anclaje y reservar online el amarre en el puerto, mientras que SailGrib es útil para trazar las rutas.
También hay aplicaciones que advierten cuando el barco se está alejando demasiado de donde se echó el ancla, como Anchor Pro o Anchor Alert, y otras, como Boat Beacon, que monitorizan el tráfico marítimo y advierten si un barco se está acercando demasiado, para evitar posibles colisiones.
Evidentemente, no todo el mundo puede navegar de forma independiente, por lo que todas estas plataformas proporcionan fórmulas diferentes para contratar patrones y tripulantes profesionales en función de las necesidades específicas. Unas vacaciones en barco, por tanto, ya es una opción mucho más accesible, así como una forma de desmentir el dicho según el cual quienes compran un barco viven dos días muy felices: cuando lo compran y cuando lo venden.
Fuente: La Vanguardia