Una suma 80 años de experiencia en el rubro, la otra es bastante más joven. A ambas las tomó por sorpresa la fuerte demanda de lanchas y están al límite de su capacidad. ¿Los motivos? El cambio de planes para las vacaciones y la sobre abundancia de pesos. En las siguientes líneas, el caso de Campanili y Piccini Boats, dos fabricantes de lanchas cordobeses.
“Es un mercado chico” y “que no tiene crisis” señalan, los titulares de ambas empresas, por separado. Pero este año la pandemia, el cepo y la brecha cambiaria los sorprendió con una demanda que no esperaban.
“Es un rubro que a nivel nacional está explotado”, señala Mauro Piccini, titular de la empresa que lleva su apellido y que fundó en 2014. “No solo nosotros, todo el rubro está excedido en ventas”, coincide Mario Marzi, gerente comercial de Campanili. La empresa tiene 80 años de experiencia en la fabricación de embarcaciones.
“Hay una cuestión muy extraña, no solo en este rubro sino en varios”, explica Marzi y describe las dos razones de este fenómeno:
- “Un cambio de hábitos y otro tipo de vacaciones hicieron que la gente piense en algún nuevo juguete”, y
- “Una sobreabundancia de pesos que anda dando vueltas”.
En los últimos tiempos, Campanili se mantiene en una producción de 300 unidades al año con una cartera compuesta por 18 modelos. “Hoy en día todos los nichos están muy bien” apunta Marzi.
De la primera tiene todo vendido hasta febrero y la segunda, en sintonía con la primera, sufrió un auge en las ventas. “Imaginate las ventas que perdí por no tener capacidad productiva”, comenta Piccini en diálogo con InfoNegocios.
Y agrega: “Ya nos estamos preparando para ver si podemos duplicar el año que viene. Aunque en este país nunca se sabe”.
Piccini Boats tiene vendidas más de 60 unidades, duplicando sus ventas del 2019. En el mercado las embarcaciones se pueden adquirir entre los US$ 6.000 y hasta US$ 70.000.
Fuente: Info Negocios