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Luego de 30 años de servicio a las Fuerzas Armadas Canadienses, precisamente a la Armada, Bill England se retiró. En 2015, fue dado de alta clínicamente debido a una lesión por estrés operativo.

 

Sin embargo, como vive en Summerside, un pueblo de la isla del Príncipe Eduardo, en el extremo este de Canadá, no se ha distanciado del mar y decidió construir un velero para vivir y viajar a través del océano.

Todo comenzó con videos que documentan la construcción de barcos de aficionados en YouTube. Sin embargo, a pesar de que Bill tenía un pasado marítimo, no sabía nada de carpintería naval. Entonces pidió ayuda a un vecino que tenía una historia similar a la suya.

Alan Mulholland es un amigo muy cercano de Bill y, en 2018, completó la construcción de un velero de 26 pies. Después de eso, cruzó el Atlántico en dos ocasiones. Como marinero y constructor con más experiencia, ayudó a su amigo en su misión actual.

Veterano costruye velero

“Cuando Bill llegue al final de este proyecto será soldador, mecánico, carpintero y, en definitiva, constructor de barcos. Tendrá que adquirir todas estas habilidades. Y se irá”, dijo Mulholland al diario inglés The Guardian. Además, según Mulholland, lo más importante en un proyecto de esta magnitud es el compromiso.

Por lo tanto, en la segunda mitad de 2020, siguiendo las enseñanzas de su amigo, Bill se lanzó de lleno al proyecto. Pero, antes de que pudiera empezar a trabajar en el barco él mismo, necesitaba construir un cobertizo para hacerlo. “¿Te imaginas estar al aire libre en un invierno canadiense tratando de construir algo?”, Bromeó.

Entonces, construyendo el cobertizo poco a poco, Bill lo terminó a principios de enero. Ahora, la atención se centra en el barco. Aunque ha pasado casi un año desde que comenzó a trabajar, estima que pasarán otros cuatro años antes de que todo esté listo para poner su bote en el agua. Aún así, mantiene la confianza.

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“Construir este velero me tranquiliza. Paso todo el día dentro del cobertizo, escuchando música o podcasts. Las empresas que venden madera y café me esperan”, concluye Bill England.

Fuente: Náutica Brasil

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