Cuchillos y marineros

Existe un vínculo inseparable entre los cuchillos y los marineros: explicamos la importancia de una herramienta extremadamente útil a bordo en muchas circunstancias.

 

El cuchillo ha sido una herramienta indispensable para la humanidad desde el principio de los tiempos. A lo largo de los siglos ha ido desapareciendo de nuestra vida cotidiana, convirtiéndose en algo incluso prohibido, salvo cuando queda relegado a su función de cubertería o para algún oficio raro. Pero no en un barco. Su presencia a bordo no se cuestiona nunca y el navegante, ya sea a vela o a motor, da igual, nunca la deja atrás.

Pero, ¿por qué existe este vínculo entre el marinero y su cuchillo? Esencialmente porque es muy útil en muchas situaciones y puede considerarse como un equipo de seguridad.

La capacidad de intervenir rápidamente, quizá cortando una maniobra, nos permite resolver situaciones potencialmente peligrosas, quizá provocadas por uno de nuestros errores.

Así que una primera posibilidad de uso es precisamente la de la gestión de un imprevisto. Esta es la razón por la que quienes se hacen a la mar llevan siempre o casi siempre una pequeña navaja en el bolsillo o en el cinturón. No es necesario gastar grandes cantidades de dinero en quién sabe qué herramientas.

Es fundamental que la hoja sea de acero inoxidable, por lo que no es sensible a los daños de la sal, que al menos en la parte final la hoja sea dentada, que se pueda abrir con una mano gracias a un pasador o un ojal en la parte final, y si es fija que tenga una buena vaina.

Los marineros experimentados tienen más de un tipo de cuchillo.

En el campo de las navajas “sencillas” podemos darnos el gusto de elegir marcas y modelos. Lo que todos tienen en común es una cierta armonía con su dueño. Por supuesto, esto no es una característica del objeto, sino del marinero que elige a un amigo de confianza que se parece más a él.

Así, habrá quien lleve consigo una navaja plegable que veremos trabajar tanto para cortar un cabo como para rebanar el pan, o quien prefiera un robusto cuchillo de buceo para guardar en la cabina, o incluso quien no se separe de sus alicates multiusos, un verdadero pequeño taller móvil.

Personalmente, cuando vivo a bordo durante largos periodos, opto por una doble solución: un cuchillo de uso general sujeto al cinturón y un cuchillo de buceo fijado al púlpito de popa. Si asumo a los niños, esto último desaparece.

Los puristas de la cuchilla perfecta ciertamente se darán de bruces con los diversos y bastante caros modelos de alicates multiusos. En realidad, son herramientas especialmente eficaces, con cuchillas de excelente calidad y una amplia gama de funciones (hasta 36 en las versiones más refinadas de hoy en día). Llevar un objeto así en el cinturón significa, en la práctica diaria, reducir al mínimo la necesidad de recurrir a la caja de herramientas.

Cuchillos y marineros
Cuchillos y marineros

Si no quieres recurrir a los cuchillos multiusos más caros, pero al mismo tiempo tener un cuchillo con más funciones, puedes elegir entre cuchillos muy sencillos, con una hoja afilada y fuerte, un yunque para abrir grilletes y un yunque para desatar los nudos más apretados a precios que no superan los 30 – 35 euros.

Un buen cuchillo puede llevarse en el cinturón, en el chubasquero, fijado al púlpito o al puesto de mando, o incluso en un contenedor de equipo adicional a bordo, y resultará muy útil, si no es que a veces es vital.

Una cuchilla bien afilada, por ejemplo, está presente en todas las balsas salvavidas precisamente por ser indispensable en condiciones de emergencia.

Pero si la presencia a bordo no crea problemas de ningún tipo desde el punto de vista legal, ¿cómo debemos comportarnos en tierra? Digamos inmediatamente que, según la legislación italiana, la longitud de la hoja no tiene ningún significado. Por muy pequeña que sea una navaja, para poder transportarla “fuera de casa” o de la embarcación, se requiere un “motivo justificado”.

En esencia, la ley considera que cualquier cuchilla es un arma y, por tanto, no se puede ir por ahí -como dice la Ley 110 de 1975– sin un motivo justificado. En concreto, si tengo mi cuchillo de buceo guardado en mi bolsa y su funda y estoy cruzando la carretera para ir al mar o para entrar en el puerto deportivo, la razón está justificada, si guardo el mismo cuchillo en mi cinturón en el estadio, obviamente no. Y los marineros, en el tema de los cuchillos, lo saben muy bien.

Además, hay que hacer otra distinción, entre llevar y traer. Lo “llevo” si está en la mencionada bolsa de lona, lo “llevo” si lo tengo en el bolsillo listo para usar.

Entonces, ¿los bonitos multifuncionales que muchos llevamos en el cinturón? Mientras estemos rodando en el puerto nada que decir, pero si vamos a Correos o a comprar allí, puede que no pase desapercibido y es mejor separarse de ellos durante unas horas.

Por último, ocupémonos de ello. Limpieza y engrase frecuentes para los grifos más complejos. Periódicamente pongo mi máquina multiusos en remojo durante toda la noche en un vaso de una bebida gaseosa oscura de digestión importada de Estados Unidos (¿se nota?). El resultado es estupendo y desaparece todo rastro de oxidación. Cuchillos y marineros, un vínculo irrompible.

Fuente: Todos los Barcos

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