Un convoy compuesto por nueve barcazas cargadas y un remolcador de empuje se accidentó contra la margen izquierda del río Paraná, particularmente en la zona de Puerto Curtiembre, en el sector Tres Cruces, provincia de Entre Ríos, Argentina
La situación volvió a encender alertas sobre las dificultades de maniobra de los grandes convoyes fluviales, justo cuando avanza el debate regional sobre la posibilidad de ampliar las dimensiones autoridades en la Hidrovía Paraguay-Paraná, según consignó el medio SL24.
En línea con información trascendida del caso, el remolcador de empuje perdió el control de la formación y una de las embarcaciones impactó contra la barranca del río Paraná. La escena fue registrada por pescadores y rápidamente viralizada en redes sociales.
A pesar de lo anterior, no se reportaron heridos ni daños relevantes a la carga. Además, se descartó la presencia de filtraciones ni la existencia de incidentes ambientales.
El episodio toma especial relevancia en el contexto de discusión sobre la ampliación de eslora y manga de los convoyes fluviales.
Brasil y Paraguay impulsan un nuevo esquema operativo que habilitaría embarcaciones de hasta 300 metros de largo y más de 50 de ancho, bajo el argumento de mejorar la eficiencia logística y reducir costos de exportación.
Argentina, en cambio, se mantiene firme en su rechazo, advirtiendo sobre el riesgo de accidentes en tramos de navegación compleja, con curvas cerradas, menor calado y escaso margen de maniobra.
Para quienes se oponen a flexibilizar las reglas actuales, el accidente de Curtiembre es un claro ejemplo de los límites físicos y operativos del río, incluso bajo las condiciones vigentes.
También se suman las preocupaciones por el impacto ambiental, la erosión de barrancas y la necesidad de resguardar la navegabilidad sin comprometer la seguridad.
La Hidrovía Paraguay-Paraná sigue siendo una columna vertebral para el comercio regional, con más de 20.000 convoyes al año y un volumen creciente de cargas.
La regulación futura de la vía navegable no será solo técnica, sino también una decisión estratégica, la que definirá si se prioriza la competitividad a cualquier costo o si se impone un enfoque que combine eficiencia con sostenibilidad y control soberano.
Fuente: El Portuario