The Cobra Project.

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Mientras que los aviones Jumbo están llenando los depósitos de chatarra, Uros Pavasovic, diseñador de Uros Pavasovic Design, encontró la solución perfecta para reutilizarlos: poner los motores de los Jumbo jets en un megayate.

 

El ex diseñador de Winch Design, Pavasovic diseñó la embarcación perfecta para reutilizar estos motores: The Cobra Project, apodado “Mad Max” en el mundo náutico.

A 130 metros (o 426 pies), el diseñador se inspiró en la cantidad de aviones que aterrizaron en todo el mundo para su último concepto. El creador describe la vasija como “una obra de indulgencia creativa”, ya que desafía los límites en términos de estética exterior.

Solo en el sistema de propulsión, el Mad Max estaba equipado con dos motores de 15.000 HP, suspendidos sobre la cubierta por dos grandes pilares, que alimentaban generadores eléctricos. Para mitigar el problema del ruido, se colocarían en una sala de máquinas insonorizada en el casco.

“La noticia de todos esos aviones descartados y sus motores en perfecto funcionamiento me hizo preguntarme cómo podrían reutilizarse en un mundo pospandémico inspirado en la película Mad Max”, agrega. Para colmo, el diseñador también incluyó un sistema de propulsión eléctrica Azipod, por debajo de la línea de flotación, para un crucero silencioso.

“A diferencia de un avión, en el que se utilizan chorros para generar empuje directo, en esta instalación son simplemente un medio eficiente de generar electricidad para alimentar los motores eléctricos que alimentan las cabinas de apoyo debajo del barco”, explica el diseñador. “Suelen ser muy ruidosos, pero generan mucha energía para su tamaño y peso, creando muy poca vibración en comparación con un motor diésel enorme”.

Y siguiendo la inspiración aeronáutica, otro aspecto que sigue el mismo concepto en la embarcación es la superestructura delantera, basada en la cabina de un avión de combate aerodinámico como el Lockheed SR-71 Blackbird.

El Mad Max también tiene una piscina en la cubierta trasera, varios balcones plegables, un helipuerto y un garaje para guardar un trimarán personalizado, que también sería propulsado por motores de turbina de gas.

Mientras aún trabajaba en Winch Design, Pavasovic fundó su propio estudio en 2020. Actualmente, está trabajando en un explorador de 90 metros para un astillero europeo y en un nuevo proyecto de competición deportiva para el constructor naval británico Falcon Tenders.

Fuente: Náutica Brasil

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