El S6 Sportfly tiene un lugar único en la alineación de Azimut. El rendimiento es sólo una de las razones por las que se lo considera el yate deportivo más avanzado del mercado, además de una opción “inteligente”.
La deportividad tiene dos componentes: diseño y rendimiento. El S6 sobresale en ambos, incluso con la versión Sportfly, gracias a las elegantes líneas del diseñador exterior Stefano Righini y las ventanas con corte de diamante, además del amplio uso de fibra de carbono en la superestructura.
Las apariencias no engañan en este caso. El S6 es tan rápido como parece. La aceleración de lanzamiento de cohetes y el manejo de un automóvil deportivo hacen que conducir el yate sea un placer. Con un casco diseñado para atravesar las olas, el paquete de propulsión triple Volvo Penta IPS 700 puede liberar una potencia asombrosa con absoluta comodidad. En lugar de un timón, las cápsulas oscilan para un giro más sensible a la velocidad y ajustes más precisos durante el atraque.
Hay más beneficios de usar cápsulas, incluida la reducción de la vibración y el sonido al mínimo. La sala de máquinas se puede reducir de tamaño en consecuencia, abriendo el interior para un alojamiento de huéspedes más espacioso. Además de todo eso, el yate es un 25% más eficiente en combustible a todas las velocidades por encima de los 20 nudos.
Los lujosos interiores son de Francesco Guida.
Fuente: Power Boat World
