ORGANIZACIONES. Se quejan del avance que practican “personas, empresas y hasta el propio Estado sobre espacios naturales de dominio público” Marcelo Bustamante

Grupos ambientalistas preparan una denuncia contra dos entidades de Rosario. Remarcan que esos cambios afectan los humedales y avanzan sobre terrenos de dominio público.

 

En el marco del Día Mundial de los Humedales, que se celebró ayer, el colectivo Humedales en Red emitió un documento en el que reafirma la importancia de la denominada línea de ribera (espacio que debe dejarse para uso público entre una construcción y el río) como un instrumento fundamental para evitar el avance y la degradación de áreas de dominio públicoen su mayoría humedales, por emprendimientos públicos y privados. En ese sentido, la agrupación ambientalista local El Paraná no se toca anticipó que en los próximos días hará una presentación administrativa ante el municipio de Rosario por dos clubes náuticos que realizaron obras sin respetar esa línea.

Humedales en Red es un colectivo integrado por organizaciones ambientales que trabajan en el Delta del Paraná santafesino, bonaerense y entrerriano, en el marco del programa Corredor Azul de la Fundación Humedales/Wetlands internacional. Ante la llegada de una fecha emblemática como lo es el Día de los Humedales, justo cuando se cumplen 50 años del primer instrumento de cooperación internacional para protegerlos, firmado en la ciudad iraní de Ramsar el 2 de febrero de 1971 y conocido como Convención de Ramsar, la red se quejó del avance que practican “personas, empresas y hasta el propio Estado sobre espacios naturales de dominio público”. Esta situación, denuncian, se verifica en las tres provincias.

Al respecto una de las agrupaciones rosarinas que integra el colectivo interprovincial le adelantó a La Capital que elevará reclamos administrativos por dos clubes de la zona norte de la ciudad que no respetan la línea de ribera. Así lo confirmó la abogada Romina Araguás, de El Paraná no se toca, organización con trayectoria en temas de medio ambiente desde 2012. A este tema ya lo habían conversado oportunamente en una reunión que mantuvieron con el intendente Pablo Javkin, recordó Araguás, y ahora radicarán una presentación formal ante la Municipalidad.

“En Rosario, el avance y modificación de la ribera del Paraná por los clubes náuticos en violación del espacio público está convirtiéndose en una triste normalidad”, advirtió Humedales en Red sobre obras que emprendieron estas instituciones privadas ubicadas sobre la costa.

Otro ejemplo preocupante es la cuenca baja del río Luján en la provincia de Buenos Aires, “donde en los partidos de Tigre, Escobar y Pilar, al menos 10 mil hectáreas de humedales sucumbieron al relleno en manos de los desarrolladores inmobiliarios”, señalaron. En Entre Ríos también ha habido problemas con la construcción de barrios privados, que afectaron por caso al río Gualeguaychú.

Hablamos de las márgenes de los cuerpos de agua, sean ríos, arroyos, lagos o mares”, insistió Humedales en Red. “Establecida en el Código Civil y Comercial de la Nación y reglamentada por normas provinciales específicas, existe una línea invisible pero fundamental que indica hasta dónde llega un cuerpo de agua. El espacio contenido dentro de esta área es de dominio público y contiguo a ella comienza el de dominio privado. Es decir, es una frontera entre lo público y lo privado; entre lo comunitario y lo individual”, explicaron.

Establecer la línea de ribera es una obligación de las provincias, muy pocas veces cumplida, lo que ha favorecido todo tipo de invasiones y apropiaciones irregulares. Playas artificiales, barrios privados, puertos de embarque y clubes náuticos son algunos ejemplos reales en los que esta frontera se corrió hacia el interés de unos pocos”, plantearon los grupos ecologistas.

Línea de ribera

Contrariamente a lo que piensa la mayoría de las personas, la línea de ribera no suele estar sobre la orilla, en cambio puede ubicarse a una distancia considerable desde el lecho del río. Eso ocurre, aclararon las organizaciones, porque nuestros ríos de llanura se mueven en terrenos con poca pendiente y suelen desbordar y ocupar amplias zonas conocidas como planicies o valles de inundación. De allí que estas áreas públicas, constituidas por humedales, sean muy extensas.

“Los dueños de propiedades linderas a un cuerpo de agua deberían tener claro que éstas no llegan hasta el borde mismo del agua, sino que deben respetar la línea invisible e incluso, según el nuevo Código Civil y Comercial, dejar 15 metros libres de todo tipo de construcción dentro de su terreno y contiguos a esa línea”, destaca el documento.

“En los territorios donde actuamos las organizaciones que integramos Humedales en Red, la falta de delimitación de esta línea ha permitido la usurpación escandalosa de miles de hectáreas de humedales. No sólo perdemos espacio público, también desaparecen estos ecosistemas que prestan servicios extraordinarios: acumular y purificar el agua que contienen, recargar las napas de agua, dar abrigo a una gran biodiversidad y ser una barrera blanda que suaviza las inundaciones”, concluyeron.

Fuente: La Capital Rosario

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