Es difícil pasar junto al nuevo Outremer 52 sin detenerse a admirarlo. Bello, deportivo y decididamente innovador, lo último de Outremer Catamarans no sólo es la novedad del año, sino que también representa un hito en la trayectoria evolutiva de este famoso astillero, cuyo nombre encarna el icono del catamarán blue water cruiser, embarcaciones diseñadas para navegar, con seguridad y rapidez, alrededor del mundo.
Si piensa que un catamarán sólido, seguro y rápido tiene que ser feo, está completamente equivocado. El nuevo Outremer 52 es sencillamente precioso, basta con mirar esas dos proas de cimitarra y el bauprés para darse cuenta. Los diseñadores han hecho un gran trabajo con este catamarán que, gracias a sus líneas sinuosas, ofrece una estética que consigue ser deportiva y elegante al mismo tiempo.
Este catamarán se desmarca con fuerza de la multitud de modelos actuales que, al dedicarse únicamente al volumen, acaban siendo lentos, pesados e inevitablemente feos.
Outremer 52 : cómo es
Digno heredero del premiado 51, el nuevo Outremer 52 es, sin embargo, lejos de ser sólo un hermoso barco, un auténtico concentrado de pequeñas y grandes innovaciones. Un claro ejemplo de ello es la rueda de estribor pivotante que, utilizable en nada menos que cuatro posiciones, pasa de utilizarse desde el cómodo (y bonito) asiento exterior, a desplazarse a una posición de máximo resguardo, dentro de la protección de la dinette exterior.
La dinette también está diseñada para ser totalmente cerrada, lo que permite utilizar la embarcación incluso en invierno o en climas más templados, donde, la posición de la carta interior, colocada en el sentido de la marcha, en los casos más extremos también permite manejar el piloto automático desde el interior.
Otro toque de genialidad (y atención al detalle) son los dos triángulos de red que hacen accesible el bauprés, donde se amarra el gennaker, y poder alcanzarlo con total seguridad es sin duda una gran ventaja.
Incluso arriar la mayor en este catamarán no es peligroso, se puede llegar a la botavara caminando por el techo de la dinette y el lazy bag está exactamente donde debe estar, a la altura de los hombros.
El interior del nuevo Outremer 52
Como es bien sabido, el astillero ofrece una gran personalización así que, básicamente, puedes configurar el interior a tu gusto. Personalmente, me gusta mucho la configuración de 3 camarotes, en la que un casco está enteramente dedicado al armador y el baño de proa es un auténtico palacio pero, en cualquier caso, también está disponible la versión de 4 camarotes. El segundo casco alberga dos amplios camarotes VIP con dos cuartos de baño, uno para el aseo y otro para la gran ducha separada. Si lo desea, para ampliar aún más sus horizontes, puede solicitar que el camarote de proa se convierta en despacho, vestidor o versión taller.
La dinette, gracias a la adopción de ventanas escamoteables, elimina eficazmente las barreras entre el exterior y el interior creando una única gran superficie en la que encontramos dos mesas convertibles que permiten que hasta 8 personas puedan comer tanto en el exterior como en el interior. La cocina está dispuesta en forma de L y también cumple elegantemente la función de bar móvil, orientado hacia el exterior.
Orientada al centro, encontramos la gran mesa de cartas de la que ya hemos hablado y que, por lo que a mí respecta, es también el lugar ideal para instalar un pequeño despacho que gozará de unas vistas impagables (sí, ya lo habréis adivinado, me veo escribiendo desde aquí mientras doy la vuelta al mundo).
Rendimiento
Para navegar en primera clase también hay que ser discretamente rápido, algo que el nuevo Outremer 52 promete hacer muy bien. Con una superficie vélica en ceñida de nada menos que 140 metros cuadrados (que puede aumentarse a 155 utilizando el génova en lugar del foque autovirante), este catamarán es capaz de mantener unos promedios de navegación decididamente altos.
Según los primeros datos facilitados por el astillero, parece que en su viaje inaugural rozó los 24 nudos y fue capaz de agarrarse al viento casi como un monocasco. En condiciones “más tranquilas”, el astillero nos dice que velocidades medias de 10 nudos están al alcance de todos.
Como sin duda habrán notado, he utilizado mucho el condicional en esta sección del artículo, por dos razones: la primera es que el rendimiento es un asunto serio para nuestra revista, por lo que siempre debe verificarse en persona; la segunda es que este nuevo Outremer 52 me ha conquistado, ¡y estoy deseando que me inviten a probarlo!
Fuente: Revista Todos los Barcos