El río Paraná bajó a un nivel cuyo antecedente más cercano fue hace 50 años. Este sábado midió apenas 11 cm a la altura de la capital entrerriana.
La drástica bajante que registra el río Paraná en los últimos meses continúa agravándose y este sábado se rompió un nuevo récord histórico, con la altura del afluente en la ciudad de Paraná en apenas 11 cm, una marca de la que no se registran antecedentes de la década de 1970.
El informe diario de la Prefectura Naval Argentina registró a las 12 del mediodía de este sábado que el río superaba la medida del cero sólo por 11 cm a la altura de la capital entrerriana. Hay que remontarse a 1973 para hallar una altura inferior y en ese entonces el caudal llegó a descender debajo del cero, es decir, la altura sobre nivel del mar.
En 2020 la también histórica bajante del río Paraná había llegado a marcar 14 cm a la altura de la ciudad. Este sábado el lóbrego récord fue superado una vez más y hay que retroceder 50 años para encontrar un antecedente peor.
Las postales de uno de los ríos más caudalosos del mundo frente a la capital de Entre Ríos son inverosímiles por estos días para quienes nacieron y crecieron en la ciudad de 1973 en adelante.
El escenario de sequía no deja de empeorar pero podría ser incluso peor. El Instituto Nacional del Agua (INA) advirtió esta semana que “es alta la probabilidad de un agravamiento de la bajante en el río Paraná y con esa tendencia alcanzaría niveles similares a los registrados en el año más bajo de la historia registrada”. En 1944 frente a Paraná, capital entrerriana, el río marcó 1,40 metros por debajo del cero (altura sobre nivel del mar); en Diamante -1,29; y en La Paz -1,08.
La bajante es pronunciada en todas las estaciones de medición de Prefectura de la provincia. En La Paz el río midió este sábado 54 cm y descendió un centímetro en relación a este viernes. En Santa Elena se mantuvo en 1,05 cm y en Hernandarias en 65 cm.
Río abajo de la capital provincial, en Diamante marcó este sábado 45 cm, con tendencia a la baja respeto de los 48 cm de la medición anterior. En Victoria, última estación de medida de la provincia, el Paraná registra una altura de 1,25 al comienzo del fin de semana, luego de descender tres centímetros en un día.
Para las semanas y meses venideros el pronóstico del INA es desalentador. Aseguró que “no se espera una mejora sensible en los próximos meses”, y que julio “será especialmente crítico, con afectación a todos los usos del recurso hídrico, especialmente la captación de agua fluvial para consumo urbano”.
El daño de la bajante no afecta sólo a la población humana. Los peces del Paraná dependen de los ciclos hidrológicos y climáticos, por lo que el río bajo perjudica la reproducción y el crecimiento natural de ciertas especies. Es algo que se corrobora con los pescadores y comerciantes, quienes aseguraron que la pesca bajó notablemente respecto a años anteriores, al igual que las ventas.
Fuente: Uno Entre Ríos