Rusia construye un superrompehielos nuclear que podrá navegar en el Ártico durante todo el año.
La retirada gradual del hielo debido al calentamiento global aumentará las posibilidades y las formas para explotar el Ártico. Además de recursos naturales Rusia, el país con más costa en el océano más septentrional de la Tierra, quiere sacar partido de la nueva ruta comercial y de transporte que se abre en esa región. Con ese objetivo, ha comenzado a construir un superrompehielos nuclear, el más grande y potente del mundo, capaz de abrir camino a los barcos de carga durante todo el año.
Los trabajos para construir el buque comenzaron a comienzos de este mes de julio en los astilleros Zvezdá, situados en la ciudad de Bolshói Kamen, en el Pacífico, a 30 kilómetros de Vladivostok, por encargo del presidente de Rusia, Vladímir Putin. El contrato entre un consorcio de empresas liderado por la petrolera Rosneft y el cliente, Rosatomflot, perteneciente a la agencia nuclear rusa Rosatom, se firmó el pasado abril.
El nuevo buque, que algunos expertos no han dudado aquí de calificar como “una ciudad flotante” con sus más de 200 metros de largo, llevará el nombre de Rossiya (Rusia) y forma parte de una nueva clase de rompehielos bautizada como “Líder”. El nombre le viene al pelo, porque será el barco nuclear más potente jamás construido.
“No hay otro igual en el mundo”, se enorgullecía el director general de Rosatomflot, Mustafá Kashka. Además de sus medidas (209 metros de eslora y 47,7 de manga) “tiene características técnicas excepcionales que le permitirán navegar en la región oriental del océano Ártico durante todo el año”, prometió.
Y eso ocurrirá porque, aunque el océano siga congelado, el líder del Ártico tendrá capacidad para romper una capa de hielo de más cuatro metros de grosor. Para ello dispondrá de la propulsión nuclear que le darán sus dos reactores RITM-400. Con una capacidad de desplazamiento de 70.000 toneladas, en aguas despejadas podrá alcanzar una velocidad de 22 nudos.
Romperá capas de hielo de cuatro metros de grosor y abrirá un canal de 50 metros de ancho para todo tipo de barcos
El proyecto Líder es la columna vertebral de una nueva generación de rompehielos rusos. Con la botadura del Rossiya , prevista para 2027, quedará abierta durante todo el año la ruta del mar del Norte, que es el nombre que aquí se da al camino que está dejando expedito el calentamiento global en el Ártico.
Después del Rossiya está previsto construir otros dos barcos de iguales características, el último de los cuales se entregará en el 2033.
En diciembre del año pasado, en el foro Ártico, presente y futuro , el viceministro ruso para el Desarrollo del Lejano Oriente y el Ártico, Alexánder Krútikov, dijo que para el año 2035 se espera que el volumen de tráfico en esa ruta alcance los 160 millones de toneladas. Como comparación, en el 2018 era de 19,7 millones. Los planes de Rusia son adaptar esta ruta al tráfico internacional. Además de la clase Líder, el plan de desarrollo de esta ruta también prevé la creación de rompehielos nucleares menores, como los del proyecto Arktika , actualmente en construcción, y otros especializados para navegar en el hielo, como petroleros y cargueros de gas. En el año 2019 Putin dijo
que para el 2035 Rusia dispondrá de trece rompehielos pesados, nueve de ellos con propulsión nuclear. Hoy en día Rusia es el único país del mundo que tiene rompehielos nucleares, lo que le da ventaja en el Ártico.
Con el Rossiya y sus dos hermanos, “la ruta del mar del Norte puede hacerse económicamente rentable y accesible para los transportistas”, ha dicho Konstantín Makien-ko, subdirector del Centro de Aná-lisis de Estrategias y Tecnologías. Esto será posible porque los nuevos superrompehielos serán capaces de abrir un canal en el hielo de 50 metros de ancho, suficiente para la navegación de embarcaciones de gran tonelaje. Según el experto, la construcción del rompehielos también supondrá un impulso para la ingeniería y la industria rusa, pues “representa innovación real, ya que se necesita desarrollar alta tecnología que permita el crecimiento de la construcción naval”.
El Rossiya y los otros líderes del Ártico “proporcionarán escolta durante todo el año en la ruta del mar del Norte, a una velocidad comercial, es decir, unos 10-12 nudos”, aseguró Serguéi Tseluiko, director general de Zvezdá tras la firma del contrato de construcción.
La ruta del mar del Norte es significativamente más corta que otras que unen Europa y Asia atravesando el canal de Suez. Las empresas de transporte se ahorrarán tiempo y costes de navegación. Algunos países están especialmente interesados, ya que son importadores del gas licuado ruso del Ártico, como Corea del Sur, Japón o China.
Fuente: La Vanguardia