Véende Globe. Hugo Boss, Alex Thomson

Alex Thomson tiene prisa por ser el más rápido en dar la vuelta al mundo en solitario y sin escalas y convertirse así en el primer patrón no francés en ganar la Vendée Globe. Hace 20 años que el galés vive con esa obsesión de orgullo patrio. Sus participaciones anteriores en la prueba se saldaron con dos abandonos (2004 y 2008) y dos puestos de podio (tercero en 2012 y segundo en 2016). Para su quinto intento, el patrón cuenta con el ‘Hugo Boss’, el barco más radical de la clase IMOCA. No es sólo una cuestión de diseño – con ese casco afilado y unos ‘foils’ retorcidos, enormes y potentes- sino de tecnología punta. Thomson compite a bordo de un laboratorio en el que se está ensayando una nueva manera de navegar.

El británico no compite sintiendo en la cara los golpes del viento y de las olas porque pidió a los diseñadores una cabina completamente cerrada. Así pues, pasa la mayor parte del tiempo en su particular cueva; ajustando cabos, drizas y winches; cogiendo el timón, machacándose en el ‘coffee’ o trasteando con las pantallas táctiles. Y es que Thomson puede observar el exterior con una visión de 360 grados, sin salir, a través de las nueve cámaras térmicas y de vídeo que están repartidas por toda la embarcación, alto del mástil incluido.

El de arriba es sólo un ejemplo de toda la tecnología a bordo el Hugo Boss que ha sido impulsada durante los dos últimos años por Nokia Bell Labs. La alianza de Alex Thomson con la compañía de investigación y desarrollo científico nace para optimizar y mejorar el rendimiento hombre-máquina. Un auténtico experimento que se presenta como proyecto piloto sobre aplicaciones de tecnologías en la inminente llegada de la era del 5G. A bordo de esos 18 metros de eslora hay 350 sensores, inteligencia aumentada, aprendizaje automático, análisis avanzados, dispositivos portátiles…

Alex está hiperconectado. El laboratorio de Nokia creó unas aplicaciones móviles personalizadas para que el regatista visualice todos los datos del barco y de su propio estado físico y pueda así tomar las decisiones más acertadas. Esos datos son el resultado de los algoritmos que el aprendizaje automático obtiene de forma masiva a través de los sensores. Hasta en su cuerpo lleva sensores biométricos para monitorear continuamente su ritmo cardiaco, calorías consumidas, intervalos de sueño, movilidad, decibelios que soporta… La idea es crear un seguimiento a tiempo real de las condiciones físicas y psíquicas del navegante, del rendimiento del barco y de las condiciones meteorológicas. Unos parámetros, que, además, cualquiera en tierra firme puede seguir en tiempo real a través de la web de Thomson.

LA VIDA EN LA ‘CUEVA’. Al principio del vídeo vemos el pequeño habitáculo donde el británico suele esbozar las estrategias y descansar. Reconoce que lleva sin dormir tres días, desde la salida, por las duras condiciones de viento y mar y la batalla con los rivales, por lo que el trabajo en la cabina es continuo.

La calidad y fluidez de la conectividad de la que disfruta el Hugo Boss no sólo proporciona los partes meteorológicos más precisos para los sistemas de navegación y enrutamiento, sino que también permite al patrón grabar y transmitir su vuelta al mundo en solitario de una manera inédita: cambiando de cámara para explicar por dónde se encuentran sus rivales; recuperando audios e imágenes del velero trabajando a todo trapo con rachas violentas o explicando cómo transcurre su día a día. La tecnología promete mantener el nivel de conexión aun cuando el navegante se adentre en las aguas más remotas del planeta.

Otra de las armas más innovadoras del proyecto es el piloto automático, herramienta vital para un navegante solitario al permitirle realizar otros trabajos y sobre todo descansar unos minutos. El de Alex Thomson es un piloto automático inteligente que aprende continuamente con cada ola, con cada racha de viento, con cada corriente o con el comportamiento de cada vela. Con modelos complejos y algoritmos de aprendizaje automático, el sistema va mejorando en rendimiento y estabilidad.

GRABANDO CON RACHAS DE MÁS DE 40 NUDOS. Alex Thomson se encuentra en la cubierta del Hugo Boss, el pasado día 14, y aprovecha para mostrar imágenes espectaculares de un Atlántico poco plácido.

El talento y recursos dedicados a diseñar los sistemas de automatización e inteligencia artificial no se ciñen a la aventura del Hugo Boss en la Vendée Globe. “Con el tiempo podrían convertirse en futuros productos y servicios de Nokia”, reconoce Murray Hill, director de laboratorio de automatización industrial y empresarial de Nokia Bell Labs. “Así como los sistemas en el barco deben funcionar de manera confiable en las condiciones ambientales más extremas, también deben hacerlo los sistemas de automatización industrial que diseñamos para operaciones mineras, plataformas de perforación en aguas profundas e incluso exploración espacial“, concluye Hill.

¿Puede tanto software y hardware ser trascendentales para ganar la Vendée Globe? ¿Hasta qué punto el ‘hub’ ayudará a Alex Thomson a salir airoso de las tormentas, las calmas o los OFNIs (objetos flotantes no identificados)? ¿Y a ser más rápido y astuto que sus rivales? ¿Dará la vuelta al mundo en solitario más rápida de la historia de la regata gracias a esta tecnología? Quedan cientos de peligros que sortear, miles de millas que recorrer y millones de datos que procesar para poder dar respuestas. Por ahora, el Hugo Boss libra una intensa batalla con el grupo de cabeza por tratar de escaparse en solitario en el descenso del Atlántico.

Fuente: Nauta 360

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