Si bien aumentó el nivel del río Paraná en Rosario, las proyecciones del Instituto Nacional del Agua (INA) sostienen que volverá la gran bajante en los últimos dos meses del año. A partir de enero, la situación se revertirá.
La bajante del río Paraná y el suministro de agua potable en Rosario es un tema inquietante. En especial, por la inminente llegada de días más cálidos con mayor consumo de agua de la población. Guillermo Lanfranco, gerente de comunicación de Aguas Santafesinas S. A., habló con los medios sobre este tema en La Casa del Agua este lunes: “La situación ha mejorado momentáneamente. (El río) Está por encima del nivel que traía, alrededor de 60, 80 centímetros, pero sigue siendo muy por debajo del nivel histórico. Debería estar en 2 metros 50, 3 metros. Y la perspectiva es de que baje aún más”.
Sobre el abastecimiento, Lanfranco afirmó: “Estamos haciendo todo lo necesario para asegurar el suministro. Hemos incorporado tres nuevas bombas, sistemas que aseguran que sigamos captando la misma cantidad de agua. Lo que no podemos saber es si esto se va a poder sostener ante una mayor demanda. Nosotros tenemos un límite de producción”.
Con respecto al caudal hídrico del Paraná para noviembre y diciembre, los pronósticos son de gran bajante. El río depende de las lluvias en Brasil y también en Paraguay. Estas precipitaciones alimentan el Paraná en tierras brasileñas y también el Paraguay y el Iguazú. Los tres afluentes juntos forman el caudal del río que bordea toda la parte oriental de nuestra provincia. Se aguarda que para enero, el volumen de agua caída en esas regiones sea mayor y suba el nivel del agua en nuestra zona.
Fuente: Mirador Provincial