La millonaria restauración de un viejo barco de hace más de 70 años llamó la atención de los nostálgicos y amantes de la navegación. Se trata de un magnífico yate de 1947 que recientemente salió al mercado en Estados Unidos.
Diseñado por John Trumpy, la embarcación a motor de 80 pies (24 metros) parece recién salida del astillero luego de distintas mejoras que se implementaron en su recuperación. Ahora, reluciente, está a la venta para quien disponga de unos cuantos miles de dólares en su cuenta.
Calificado por algunos como un Rolls Royce flotante, originalmente bautizado como Seaplay y recientemente apodado como BB, este barco de mediados de siglo pasado fue sometido a una restauración de cuatro millones de dólares y logró recobrar su esplendor original. Sus diseñadores lo llamaban “casa flotante” por las exclusivas comodidades que ofrece.
En su interior, cuenta con un amplio comedor con una elegante mesa de madera para seis personas, totalmente vidriado con vista al agua.
Lujoso y cómodo, el camarote principal es una invitación a viajar en el tiempo. Una cama tamaño queen está acompañada de dos mesas de luz y fotografías de época. Ocho ojos de buey permiten a través de su apertura la ventilación y la regulación de la temperatura en la temporada estival.
A lo largo de su carrera, Trumpy construyó barcos para algunas de las figuras más relevantes de la alta sociedad estadounidense, como Howard Hughes y las familias Chrysler y Guggenheim.
A diferencia de los demás barcos diseñados por Trumpy, el BB fue creado para el directivo de una empresa. George W. Codrington de Cleveland fue vicepresidente de General Motors y el primer propietario de este yate que sale a la venta. Los interesados pueden aprovechar la “oferta” de Luke Brown Yatchs: con un descuento de 905 mil dólares, su valor final es de dos millones.
Fuente: La Nación