El crecimiento del parque náutico viene acompañado de situaciones irregulares que se repiten y multiplican en medio de la segunda ola de Covid.
El sostenido crecimiento del parque náutico en Rosario y la zona vino acompañado también de la necesidad de generar nuevos espacios de guardado de las embarcaciones y, en ese marco, son muchas las irregularidades que se dan en el rubro, según señalan fuentes del sector.
Entre ellas, destacan que muchas guarderías figuran habilitadas como clubes. Esto hace que queden exentas de obligaciones impositivas que deberían cumplir y en los últimos días generó un contrasentido: cuando por decreto provincial los clubes tuvieron que cerrar, estas guarderías continuaron abiertas.
En algunos casos tampoco se encuentran resueltas las habilitaciones “temporales” o “provisorias”, lo que pone a las guarderías náuticas en una situación de “beneficiosa desigualdad” que no tienen otros rubros.
Los cuestionamientos que surgen desde el sector náutico apuntan a otra cuestión pendiente que hace a la seguridad: muchos de estos establecimientos aún no cuentan con el sistema o circuito hidrante, pese a que acopian embarcaciones, cada una con su tanque de combustible y otros materiales altamente inflamables, lo cual representa siempre u riesgo de que se produzcan focos de incendio. El tema no es menor, pues hay antecedentes de incendios en guarderías.
A la hora de enumerar irregularidades, también está la cuestión del camino de sirga para el acceso público al río, que muchas veces queda bloqueado por estos establecimientos. Distintas ONG que trabajan temas ambientales han peticionado a la Municipalidad y a la provincia en este sentido.
Protocolos Covid
Las guarderías deben ocuparse además de controlar el cumplimiento de los protocolos de prevención del contagio del coronavirus. Entre ellos es que las embarcaciones pueden salir con una cantidad de tripulantes que no supere el 50 por ciento de su capacidad. “No es algo que todos respeten”, dijeron las fuentes consultadas. Desde Prefectura admiten que encuentran en el río muchas lanchas que no cumplen esta disposición.
No solo eso. Las guarderías tienen que verificar que los responsables de las embarcaciones tengan al día el carné que los autoriza para navegar ya que están expuestas a sanciones en el caso de detectarse incumplimientos.
Otro asunto en observación son las guarderías que concesionan espacios públicos, un tema que varias veces estuvo en la mira del Concejo Municipal, entre otras cosas porque en algunos casos se trata de negocios que tienen una facturación abultada pero pagan un canon mínimo. También se denunció a diferentes complejos por trabajar con licitación vencida.
La seguridad en el río es un tema fundamental en estos tiempos y estas irregularidades complican justamente la actividad de un sector que crece y crece en la ciudad y la región.
Fuente: La Capital Rosario