Con equipos superinteligentes que se baten en el agua y actores clave de la industria náutica para apoyarlos, el 11º Monaco Energy Boat Challenge, organizado por el Yacht Club de Mónaco, sigue impulsando un cambio positivo en la propulsión alternativa en la náutica.
Y como firme defensor de la búsqueda de soluciones sostenibles en la náutica, el Príncipe Alberto II de Mónaco apoyó plenamente a las más de 40 universidades, los 700 estudiantes que participaron durante todo el año (450 asistieron al evento que se celebró a principios de julio), las 25 naciones y las más de 50 embarcaciones que se reunieron en Mónaco para mostrar las ideas más sostenibles para impulsar la industria náutica hacia el siglo XXI.
«Esta semana es un acontecimiento muy popular a juzgar por todos los visitantes que han venido a ver las innovaciones. Un entusiasmo que se hace eco del que animó al Principado en los primeros encuentros de lanchas motoras», afirma el Secretario General del YCM, Bernard d’Alessandri. Apoyado por la Fundación Príncipe Alberto II de Mónaco, UBS, BMW y SBM Offshore, el evento atrae a renombrados actores de la náutica como Monaco Marine, Oceanco, Ferretti Group, Azimut/ Benetti Group, Sanlorenzo y Lürssen.
Fue un no parar en tierra como en el mar, siendo una prioridad el intercambio, incluido el Foro de Empleo que este año vio 90 entrevistas celebradas entre jóvenes ingenieros y profesionales y, por supuesto, las Tech Talks diarias celebradas en código abierto.
El apoyo de la industria quedó patente en el Programa de Tutoría Corporativa que fomenta el apoyo a medida de los equipos por parte de profesionales durante todo el año, como ocurrió con los equipos franceses Hydrogadz y ENSTA Paris a través de la Universidad Marina de Mónaco, y Elettra UniGe y UNIBOAT, dos de los cinco equipos italianos participantes, apoyados por Sanlorenzo.
«Ha sido fantástico vivir este evento desde dentro. Hemos podido trabajar estrechamente con los estudiantes, apoyándoles desde un punto de vista técnico. Les abrimos las puertas de nuestros astilleros, les dimos acceso a los talleres y les permitimos hacer pruebas de mar, un paso crucial para validar su innovación», explicó Tanguy Ducros, CCO de Monaco Marine.
Los equipos también se ayudaron mutuamente en los muelles: los canadienses del Exocet, los británicos del Riviera Racing de la Universidad de Cambridge, los italianos del UniGe y los indonesios del Hydros Team UI intercambiaron equipos. Después de llenar 30 botellas, es decir, seis kilos de hidrógeno, puestos a disposición de cinco equipos, SBM Offshore no dudó en proporcionar artículos de su pontón autónomo de hidrógeno verde, como baterías y conexiones de botellas al equipo de Cambridge.
La tecnología desvelada se puso a prueba en una serie de desafíos en el mar, como un desfile, pruebas de mar, una regata de flota, el YCM E-Boat Rally y las pruebas de resistencia, maniobrabilidad y eslalon, y basta decir que el nivel ha subido varios peldaños. Prueba de ello es el récord de velocidad cuando se cronometra a los concursantes sobre una distancia determinada, inspirado en las reglas de las carreras kilométricas de 1904. Como era de esperar, la clase Open Sea encabezó la tabla de 33 participantes con un nuevo récord establecido por el Goldfish x9 de Evoy, que alcanzó una velocidad máxima de 56 nudos y una media de 48,6 nudos, un gran salto respecto a los 34,71 nudos del año pasado.
«En el pasado algunos países tuvieron dificultades para pasar la inspección técnica, pero hoy los vemos con un híbrido hidrógeno/batería fabricado por ellos mismos y un sistema de IA para optimizar su consumo de energía», afirma Jérémie Lagarrigue, Presidente del Jurado Internacional y Director General de EODev.
Los debates también se centraron en alternativas como el metanol, prometedor por su densidad energética y facilidad de almacenamiento. «Varios criterios son relevantes para los combustibles alternativos, como la densidad energética, la seguridad, la facilidad de manejo, etc.», señala Bernhard Urban, Jefe de Desarrollo e Innovación de Lürssen. «Necesitamos astilleros y socios técnicos, pero también que los armadores y las tripulaciones tengan confianza, que los combustibles estén disponibles en los puertos y que las autoridades sean rápidas a la hora de definir la normativa», añade Paolo Bertetti, Vicepresidente Técnico y de I+D de Sanlorenzo.
También se debatió la cuestión de si es posible tener reactores nucleares a bordo, aunque sigue habiendo diferencias sobre su eficacia en la actualidad. En términos de sostenibilidad, el SEA Index® presentó un nuevo método de cálculo de las emisiones de CO2 adecuado para los biocombustibles, en colaboración con RINA, con el objetivo de evaluar mejor el impacto medioambiental de los combustibles elegidos.
Diez equipos se enfrentaron al reto del hidrógeno, un método de propulsión que ocupó un lugar central en la 5ª Mesa Redonda sobre el Hidrógeno organizada por la Fundación Príncipe Alberto II de Mónaco, la Misión de Transición Energética y YCM. En el sector marítimo, el principal factor que frena el desarrollo de esta solución es la falta de hidrógeno verde, así como, sobre todo, los problemas de infraestructura de repostaje, tanto si se considera la tecnología de pila de combustible como un motor de combustión de hidrógeno, una propuesta que parece cada vez más pertinente, sobre todo para reequipar las unidades existentes.
El título de Campeón del Mónaco Energy Boat Challenge 2024 fue otorgado a los griegos de Oceanos – NTUA que premia al equipo que mejor demuestra sus cualidades técnicas durante las Charlas Técnicas así como sus actuaciones en el mar durante los desafíos en el agua.
Los italianos de Physis (Politécnico de Milán) recibieron el codiciado Premio a la Tecnología Náutica Sostenible de la Fundación Príncipe Alberto II de Mónaco, cuyo premio consiste en una subvención de 25.000 euros.
Fuente: Forbes