El reacondicionamiento ahora está completo del icónico yate de vela que hechiza tanto a los entusiastas como a los fletadores con la belleza de sus líneas, el diseño armonioso y la amplia tecnología a bordo
“Maltese Falcon”, el superyate de vela de 88 metros encargado por Tom Perkins y construido en 2006 por el famoso Perini Navi, con arquitectura naval de Gerard Dijkstra y diseño interior de Ken Freivokh, ha completado su remodelación en Lusben. Ha llevado más de seis meses e involucró a más de 80 personas trabajando en varios equipos en sinergia con la tripulación del barco.
Los expertos técnicos de Lusben , reconocidos internacionalmente por la calidad de sus trabajos de rehabilitación , han traducido con éxito las necesidades del propietario en una realidad, brindando apoyo y coordinación para una serie de mejoras estéticas y funcionales. Uno de los trabajos más desafiantes fue volver a pintar todo el casco en su distintivo ‘Perini Blue’. Esta operación, más que ninguna otra, brindó a los especialistas técnicos del astillero la oportunidad de mostrar toda su experiencia y saber hacer.
Luego, los distintos equipos, a su vez, llevaron a cabo trabajos de mantenimiento en los sistemas de a bordo (generadores, motores principales, hélices), incluida la delicada revisión del sistema de manejo del mástil .
El trabajo de reparación se centró entonces enla sostenibilidad , ahora un tema central en las agendas políticas no solo de los gobiernos sino también de los constructores de barcos. Esta fue la razón de la decisión de reemplazar los generadores con unidades de clase superior, más eficientes y con menor consumo de combustible. También es la razón por la que se cambiaron los silenciadores del motor principal, lo que brindó beneficios significativos tanto para el medio ambiente como para los invitados gracias a una reducción considerable en los niveles de ruido. Siguiendo el consejo de los expertos técnicos de Lusben , demostrando una colaboración rentable entre el astillero, el capitán y la tripulación, las hélices se revisaron minuciosamente y los ejes, palas y cojinetes desmontado y revisado, para garantizar la eficiencia en los próximos años y optimizar el consumo de combustible.
La característica distintiva de este yate de vela, y la razón de su atractivo emocional, es el aparejo de vela, que se sometió a un trabajo extenso porque es un sistema vital y delicado. Producido por Insensys, con sede en el Reino Unido, el precursor del sistema Dynarig se basa en tres mástiles giratorios de fibra de carbono capaces de desplegar hasta 2396 metros cuadrados de vela. Esta superficie se traduce en una velocidad punta de 25 nudos con un desplazamiento de 1.240 toneladas. Por estas razones, hubo un enfoque especial en la plataforma, involucrando controles y operaciones de limpieza en todo el sistema de manejo del mástil.
la tecaTambién se reemplazó la cubierta y se renovaron los interiores, en particular las cabinas y los baños, para ofrecer a los huéspedes una zona de noche aún más acogedora y cómoda, además de una cocina completamente equipada. También se ha sustituido la iluminación por tecnología LED , lo que ha supuesto un importante ahorro energético. El trabajo encargado también cubrió el mantenimiento de rutina, incluida la limpieza del casco y la revisión de las válvulas.
Lusben una vez más sentó las bases para una delicada operación de reacondicionamiento, con tiempos de entrega desafiantes, que no solo mejoró la estética y la comodidad del yate, sino que también lo devolvió a su capitán y tripulación alardeando por un lado de un mejor rendimiento y por otro reducción del consumo de combustible y de las emisiones como resultado de las actualizaciones de los sistemas de a bordo.
Gianni Paladino, director comercial de Lusben , dijo sobre la remodelación: “Fue un proyecto desafiante para todos nosotros, sobre todo porque el gran tamaño de este velero nos obligó a diseñar y construir un sistema especial para acomodar el barco en dique seco. Trabajamos en sinergia con los diferentes equipos implicados en la obra de rehabilitación y con el cliente, satisfaciendo sus deseos y al mismo tiempo sugiriendo mejoras con el objetivo de aumentar la eficiencia y el ahorro energético. Fue un honor para todos nosotros poder llevar a cabo este trabajo de modernización en un barco tan icónico, que ha hecho historia en la náutica internacional”.
“Fue un trabajo retador y un esfuerzo que involucró a todos, por las altas expectativas en torno al proyecto y la complejidad de su planificación y ejecución, pero el resultado es más que satisfactorio gracias al apoyo del astillero y del equipo de Lusben. El Maltese Falcon ahora puede regresar al mar en todo su esplendor, regalando a sus huéspedes nuevas e inolvidables experiencias”, dijo Pierfrancesco Cafaro, capitán del Maltese Falcon .
