Fue especialmente sonado lo que sucedió al acabar el verano de 2023, cuando el dueño de un barco embarrancado intentó reflotarlo por su cuenta con la ayuda de voluntarios y la Policía se lo impidió por motivos de seguridad
Tradicionalmente, Son Maties (España) ha sido conocida por ser una de las playas de Palmanova. Un arenal de ambiente familiar, donde conviven tanto residentes como turistas. En los últimos años, además, se ha ganado otra etiqueta, la de ser la ‘playa de los naufragios’ de Calvià. Y el motivo es que, temporada tras temporada, ha sido escenario de varios episodios de barcos varados en la orilla, después de que se hayan producido temporales.
El año pasado por estas mismas fechas ya pasó lo mismo. Un velero de estilo clásico y de grandes dimensiones amaneció varado en la playa.
En todo caso, siempre que pasa algo así algunos vecinos se inquietan por el hecho de que, al estar en los prolegómenos de la temporada turística, las labores de retirada se retrasen demasiado, lo que suele dejar vía libre para actos vandálicos y la dispersión de materiales del barco por todo el arenal.
Año 2019
Algunos residentes recuerdan en este sentido lo que sucedió en 2019, cuando otro yate de gran eslora quedó embarrancado en este mismo arenal, en la primavera del año 2019. Esa situación se prolongó durante meses, sin que el propietario actuase para retirarlo.
En la embarcación, se pintaron grafitis y fue objeto de saqueos. Llegó un momento en que su impacto visual y su estado de deterioro era tal que provocó multitud de quejas vecinales. Los residentes alertaron incluso de la presencia de okupas en su interior.
Finalmente, el ayuntamiento de Calvià tuvo que dedicar cerca de 80.000 euros de su presupuesto de 2020 a asumir la retirada del yate de 22 metros de eslora.
Otro caso sonado
La historia reciente de esos ‘naufragios’ en Son Maties ha dejado otros momentos controvertidos. Como lo que sucedió en septiembre de 2023, cuando un velero de unos 11 metros de eslora apareció embarrancado en la orilla de la playa de Son Maties, en Palmanova, donde se convirtió en una atracción improvisada para bañistas y paseantes, como es habitual en estos tiempos de selfies y redes sociales.
En este caso, la retirada tampoco fue sencilla. La Policía Local de Calvià se vio obligada a intervenir ante la iniciativa del dueño del velero de intentar reflotarlo por su cuenta con la colaboración de un grupo de voluntarios y con la ayuda de un llaüt que debía servir de remolque.
Fuente: El Diario de Mallorca