La botadura del barco American Queen no fue un bautizo cualquiera. Su madrina desde 2012 es ni más ni menos que la actriz Priscilla Presley
Durante la ceremonia original se golpeó el casco con un tarro de más de un metro de alto repleto de salsa Tabasco en vez de la típica botella de champán. Y una vez arrancó sus motores, el mecanismo, los ruidos y movimientos de la embarcación fueron distintos también a los del resto de navíos que navegan por los océanos. Y es normal que así fuera.
Al fin y al cabo tampoco el American Queen es un buque cualquiera.
Por fuera es una recreación magistral de uno de los barcos que surcaba las aguas del río Mississippi durante la época victoriana. Por dentro acoge el mecanismo de un buque de vapor, con sus cilindros, caldera y rueda de paletas. Sus dueños aseguran de hecho que es el barco de su tipo más grande jamás construido.
¿Un barco de vapor en el siglo XXI? En el caso del American Queen podríamos hablar del “Barco de Vapor”, con mayúsculas. Así lo sostiene al menos la compañía American Queen Voyages, que asegura que es el buque de vapor más grande jamás construido, un “triunfo gracioso y elegante del ingenio americano”.
Quienes se suben a bordo del buque pueden disfrutar de rutas por el bajo Mississippi entre Nueva Orleans y Memphis o paseos por los ríos Cumberland y Ohio, un servicio que su operadora ofrece con otros barcos de paletas (American Duchess, Countess y Empress). Todo para disfrutar de una experiencia única y sentirse como un distinguido viajero de los EEUU que conoció Mark Twain.
¿Cómo es el American Queen? Elegante. Y decididamente decimonónico, por más que se construyera en los 90. El barco de vapor mide 128 metros de eslora por 27 m de ancho y dispone de seis cubiertas y 222 habitaciones con capacidad para más de 400 pasajeros. Su tripulación la integran alrededor de 160 personas.
A bordo ofrece espectáculos, un menú que incluye platos de la cocina cajún y criolla, salones, una galería dedicada a Twain y comodidades más convencionales en un crucero, como terraza, piscina o gimnasio. Si por algo destaca el buque es sin embargo por sus tripas, por cómo son sus engranajes internos y cómo funciona.
¿Y cómo se desplaza? El American Queen intenta tomar el testigo de los grandes barcos fluviales que surcaban los ríos de EEUU hace dos siglos. “Lo que diferencia al American Queen de la mayoría de embarcaciones de río que existen hoy es que usa una auténtica máquina de vapor para impulsar la rueda de paletas”, explica la compaña. Con ese propósito el “corazón” del navío es una mecanismo de vapor alterno de cuatro cilindros y pistones en tándem que acciona la gran rueda situada en la popa del barco y que le permite surcar las aguas del Mississippi.
¿Y sus tripas? Quizás el navío tenga poco más de 30 años, pero su motor acumula unas cuantas décadas más. La pieza procede del buque draga Kennedy, del Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos, retirado del servicio tras la Exposición Universal de 1984 de Nueva Orleáns. A comienzos de los años 90 los fabricantes del American Queen analizaron la vieja maquinaria del Kennedy y decidieron aprovechar sus motores para incorporarlos al American Queen.
En 2011 Marine Insight detallaba que la embarcación estaba sometiéndose a una reforma en profundidad, de alrededor de un millón de dólares, que incluía añadirle dos hélices impulsada por diésel. Steamboats.com apunta también que parte de la propulsión se logra con motores diésel-eléctricos Z. Las hélices adicionales las usa en aquellas situaciones en las que sus ruedas de paleta se quedan cortas.
¿Cuál la historia del buque? La embarcación se fabricó a comienzos de la década de 1990 por McDemott Shipyard y se botó en 1995. En junio de ese mismo año se bautizó a lo grande, con baño de salsa de Tabasco incluido. Desde entonces el navío ha cambiado de manos hasta acabar en la Great American Steamboat Co., rebautizada como American Queen Steamboat Company, con sede en Memphis.
Ya bajo su bandera volvió a lanzarse por todo lo alto en 2012, amadrinado por Priscilla Presley y tras una remodelación que le permitió competir por ejemplo en la popular Steamboat Race, una carrera de barcos de vapor que se celebra cada año en EEUU. Desde entonces el America “reina” en los ríos del país, recordando una tradición naval que dejó otras joyas, como el Mississippi Queen o Delta Queen.
Imágenes: Wikipedia, David Brossard (Flickr), Mike (Flickr) 1 y 2, LouisvilleUSACE (Flickr) y American Queen Voyages