La increíble jarra del misterioso naufragio

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Un hallazgo submarino recuerda la historia del acusador de Galileo Galilei

Es realmente un descubrimiento impresionante realizado por un equipo de arqueólogos submarinos de la Sociedad de Arqueología Náutica que estaban explorando un naufragio misterioso descubierto hace cuatro años en la costa de Sussex , Inglaterra.

También gracias a este último hallazgo fue posible dar un nombre al buque de guerra que yacía a 32 metros de profundidad. Se trata en realidad, con toda probabilidad, del Klein Hollandia , un buque de guerra holandés del siglo XVII que fue uno de los protagonistas de la segunda guerra anglo-holandesa, combatida entre 1665 y 1667. En el momento del hundimiento, ocurrido en 1672, el barco era parte de una escolta que tenía la tarea de defender un convoy de mercantes que navegaban desde Smyrna con destino a Rotterdam .

Mientras navegaba frente a la Isla de Wight el 23 de marzo, la flota fue atacada por un escuadrón británico al mando de Sir Robert Holmes. El capitán de Klein, Jan Van Nes, murió en la batalla y su barco se hundió . El episodio se informa en los libros de historia porque dio lugar a la Tercera Guerra Anglo-Holandesa. 

El naufragio del Klein Hollandia, bien conservado por el mar con todo su cargamento, ha resultado ser muy rico en información para los arqueólogos submarinos sobre las técnicas de construcción de los barcos holandeses del siglo XVII y su armamento. Pero el hallazgo que dejó boquiabiertos a todos es el increíble jarrón de cerámica que retrata el rostro de un hombre barrigón de facciones crueles. Los arqueólogos lo clasificaron inmediatamente como una jarra de Belarmino que en las tabernas del norte de Europa se usaba para contener vino o, más probablemente, cerveza. 

Pero, ¿quién era este Belarmino y por qué fue representado con rasgos tan sombríos? Roberto Belarmino fue un poderoso cardenal jesuita y eminente teólogo italiano que vivió entre 1542 y 1621. Su cuerpo aún se exhibe en una nave de la iglesia de Sant’Ignazio di Loyola, en Roma, porque tras su muerte fue declarado beato y canonizado. .

En su tiempo fue una figura de primera importancia para la Iglesia, pero en nuestros días ha sido relegado a un segundo plano como objeto de duras críticas por parte de los historiadores. De hecho, fue el principal inquisidor que llevó al filósofo Giordano Bruno a ser condenado y quemado en la hoguera por herejía .

Además, el jesuita fue uno de los principales acusadores en el juicio de Galileo Galilei . Convencido anticopernicano, Belarmino sostenía que la tierra era plana e inmóvil, de lo contrario, si nuestro planeta girase sobre sí mismo como afirmaba Galileo, los pájaros no podrían volar en el cielo como lo hacen ahora porque la tierra debajo de ellos se movería. Opositor íntegro del pensamiento científico, el cardenal Bellarmino también se distinguió como un orgulloso perseguidor de las brujas y los protestantes.

Comprenderéis, pues, por qué en los países del norte de Europa donde el protestantismo se extendía cada vez más, se pintaba a nuestro bendito cardenal, con evidente intención satírica, con una mueca malévola y la barriga siempre llena . En las tabernas alemanas y holandesas, la gente vitoreaba alegremente levantando sus cántaros de Belarmino y dedicándole canciones y rimas no precisamente auspiciosas. 

Imagen de portada: ©Sociedad de Arqueología Náutica / James Clark

Fuente: Daily Náutica

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