El ojo sensible de los reporteros gráficos de El Litoral muestran las imágenes del antes y el después de la bajante histórica del río Paraná en Santa Fe, más precisamente en el emblemático espejo de agua de la ciudad: la laguna Setúbal.

 

El descenso del nivel del Paraná dejó casi “seca” a la laguna. Una postal pocas veces vista en su historia, de la que hablaban los abuelos y se transmitía de generación en generación. Hasta que estos tiempos atravesados además por una pandemia marcaron un hito histórico en el comportamiento del majestuoso río que nace en el Amazonas, atraviesa el Litoral argentino hasta perderse en el Plata rumbo al océano.

Es que el río Paraná descendió por debajo del cero, en el hidrómetro del Dique II del Puerto de Santa Fe. A lo que se le debe sumar también la permanencia en el tiempo de esta bajante histórica, y sus consecuencias. Así, en la laguna Setúbal emergieron grandes lonjas de arenas, limos y arcillas que quedaron al descubierto. También creció la vegetación en algunos sectores. Las siluetas de agua como hilos y la presencia de una cascada (a la altura de la UTN) asombraron a más de un curioso que se acercó a la Costanera santafesina a contemplar la laguna.

En los últimos días el río Paraná tuvo un repunte. Esto obedece a las lluvias que cayeron en la cuenca alta, en Brasil y el norte argentino. Ese repunte hizo en Santa Fe que el nivel atraviese nuevamente el cero hacia arriba y así los grandes bancos quedaron nuevamente sumergidos. La ciudad recuperó su espejo de agua.

Sin embargo los especialistas del Instituto Nacional del Agua (INA)  advirtieron que el que viene será un período seco, sin demasiadas lluvias, por lo que el río Paraná continuará al menos hasta fin de año en niveles bajos. ¿Volverán pronto los bancos de arena a la Setúbal? Para saberlo, es sólo cuestión de días.

Este sábado por la madrugada, en el puerto santafesino el río midió 89 cm, es decir no presentó cambios respecto a la medición del viernes al mediodía. Unas horas antes, la altura fue de 95 cm, lo que se traduce en el fin del repunte acotado.

Como contó este diario, desde principios de diciembre el río recuperó algunos centímetros y logró superar la barrera del cero. Lo máximo que alcanzó fue el martes 14 al mediodía cuando el nivel en el hidrómetro local fue de 97 cm.

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