El domingo finalizó la 64ª y última edición del Salón Náutico de Gotemburgo
Después de más de 60 años, el Salón Náutico de Gotemburgo, el mayor punto de encuentro de barcos y estilo de vida náutico del oeste de Suecia, cerró sus puertas por última vez el domingo. El salón, que duró nueve días, recibió la visita de 42.871 personas (43.155) que quisieron formar parte de esta histórica conclusión.
La 64ª y última edición del salón ofreció 30 novedades, 218 expositores y 293 embarcaciones. Se expusieron desde lanchas de lujo hasta pequeños botes, además de una amplia gama de accesorios para embarcaciones. Los visitantes también pudieron participar en inspiradores seminarios con navegantes de largas distancias, medallistas olímpicos y otros.
“Hay un gran interés por la vela y los visitantes aprecian el ambiente que se respira en nuestro recinto náutico”, afirma Jan Tjörngren, director comercial del salón de Gotemburgo.
Los expositores también se mostraron satisfechos con la feria de este año. “Hemos vendido más barcos que el año pasado. Es una sensación especial estar presente en la última edición”, afirmó Rolf Hansson de GBM Marin, que ha estado presente en la feria desde la primera edición.
El salón comenzó como un salón combinado de barcos y motocicletas en 1951 y estuvo abierto hasta 1959. Al año siguiente, el Salón Náutico de Gotemburgo adquirió su propia identidad y se convirtió en la institución que es hoy. A menudo se lo ha llamado “la primera señal de la primavera para los propietarios de barcos suecos”.
A lo largo de los años, el salón ha sido un lugar de encuentro, negocios y pasión por la navegación. Muchos visitantes han vuelto año tras año y, para algunos, el salón se ha convertido en una tradición que marca el inicio de la temporada náutica. Entre los muchos estrenos, algunos han sido especiales, como el estreno mundial del Volvo Penta Duoprop en 1982.
La asociación sueca de la industria náutica Sweboat contaba con un stand en la feria, donde el director general Mats Eriksson presentaba siempre los últimos avances del sector. “El Salón Náutico de Gotemburgo ha sido una parte importante de mi vida laboral. He participado en él desde 2008 y ha sido una experiencia fantástica ver el compromiso y el amor por la navegación”, afirma Eriksson.
El sábado 8 de febrero, expositores, visitantes y personalidades del sector se reunieron para un brindis final, un gesto tradicional para agradecer a todos los que han contribuido al éxito de la feria a lo largo de los años. Entre los presentes se encontraban nombres conocidos del mundo marítimo que compartieron grandes anécdotas e historias sobre la feria de Gotemburgo a lo largo de los años.
“Nos gustaría agradecerles por este tiempo y destacar la fantástica colaboración entre expositores, socios y visitantes. Ha sido un verdadero placer trabajar juntos y extrañaremos enormemente este lugar de encuentro”, dijo Tjörngren.
El organizador del evento, Svenska Mässan, anunció el mes pasado que el evento cerraría porque no había sido lo suficientemente rentable como para continuar.
Fuente: Ibi News