Todo barco a motor que se precie este verano antes de salir al mar va equipado con varios juguetes náuticos a bordo. Desde hace unas temporadas, las tablas de paddle surf son ya un completo básico, pero también los toboganes, las colchonetas gigantes con forma de flamenco e incluso scooters sumergibles.

La última tendencia del mercado son las piscinas hinchables antimedusas. Con la subida de las temperaturas del agua del mar y la salinidad, estos animales marinos se multiplican por las costas produciendo picaduras a los bañistas. En la mayoría de casos no son graves, pero es habitual que los afectados precisan de atención primaria.

GRande

Las piscinas antimedusas convierten una zona de mar en un recinto protegido gracias a su flotador hinchable en forma de anillo y a una malla de red sumergida. De esta manera, se impide cualquier contacto con las medusas y sus largos filamentos. Además, evitan las algas, la basura marina y líquidos como el fuel proveniente de otras embarcaciones.

Por otra parte, estas piscinas flotantes se convierten en una zona de juego seguro para los más pequeños de la casa ante el tráfico de navegación próximo a la embarcación.

En el mercado existen varias versiones, incluso en los barcos de alquiler, aunque los modelos más comunes que se ofrecen tienen entre 12 y 20 metros cuadrados con capacidad hasta seis personas. Las piscinas de mayor tamaño se recomienda para barcos con eslora de hasta 30 metros.

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Como se realiza el montaje y mantenimiento

La piscina viene en una bolsa del tamaño de una maleta de mano similar a los modelos de cabina de avión. Se infla con un hinchador manual en apenas cuatros minutos desde la plataforma de baño del barco.

Una vez hinchada, se lanza al agua y se fija a popa con la escalera de baño, que quedará dentro de la piscina, y con un cabo se reforzará su sujeción a una cornamusa.

Para guardarla, se deshincha y se sube al barco. Una vez llegado a puerto, se recomiendo aplicar un manguerazo de agua dulce mientras baldeamos el barco y dejaremos secar. Una vez finalizada la temporada de baño, se guarda en su bolsa hasta su próximo uso.

Los modelos que España comercializa Ocean Dreams Mallorca, en función de las dimensiones del producto, se venden entre 1.080 euros a 2.650 euros.

Fuente: Nauta 360

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