Se trata de una goleta inglesa construida 1930. Durante muchos años funcionó como lancha de pasajeros que operaba en la ciudad de San Nicolás. Hoy es un moderno loft flotante con todas las comodidades.
En una de las tardes más frías, pero a pleno sol, del invierno que pasó, realizamos la nota a “Expreso San Nicolás”, una lancha de pasajeros que funcionó durante muchos años como embarcación de trabajo. Operaba desde el puerto de San Nicolás (Buenos Aires) y su misión era transportar a las personas y tripulaciones de los buques de trabajo que fondeaban en el Paraná, justo frente a esa ciudad.
Nos encontramos en el Río San Antonio y a bordo conocimos a Adriana y Carlos, un matrimonio de arquitectos que se cansaron de las casas de vacaciones y buscaron una aventura en el agua.
“Veníamos de tener una casa en un lugar de vacaciones y no queríamos tener el trabajo que eso implica, se nos ocurrió tener algo para disfrutar el Delta. Un día íbamos en una lancha colectiva y dijimos tenemos que conseguir algo así para convertirla en un loft . Estuvimos un año buscando hasta que encontramos una en Rosario….y ahí arrancó la historia”, nos comenta Carlos, mientras disfrutamos un café caliente en el amplio living del barco.
La búsqueda se extendió durante un año, hasta que recibieron el dato de esta embarcación en Rosario. Viajaron junto a un entendido que les ayudó a verificar el estado, el cual era muy bueno.
Una vez realizada la compra, la embarcación la trajeron aguas abajo del Paraná, navegando hasta el Náutico de San Isidro.
“La lancha estaba plastificada en color gris con 60 asientos. De aspecto no era linda pero nos gusto mucho el casco y la posibilidad que teníamos para arreglarla. Queríamos transformarla en un loft flotante y con esa idea diseñamos el barco. Una vez que tuvimos los planos se lo llevamos a los carpinteros y como nadie lleva sus propios planos por ellos ya saben como hacer las cosas tuvimos unas diferencias pero al final hicimos lo que queríamos. Cuando empezamos a limpiar la madera nos dimos cuenta que el casco era bárbaro porque originalmente en el club había 3 goletas iguales y este casco era una de esas goletas, provenientes de Inglaterra y de madera de teca.
En principio con los carpinteros hicimos el casco y la cubierta. Para los interiores contrate un carpintero de obra”, nos contó Carlos durante la entrevista.
La restauración se extendió durante unos ocho meses y los trabajos se realizaron en el varadero del Náutico de San Isidro. Como ambos propietarios son arquitectos, los dos estuvieron muy cerca de todos los detalles de la obra, por eso hoy nada está librado al azar y todo tiene una lógica en un barco muy versátil, dinámico y ampliamente cómodo.
“Carlos siempre estuvo en la parte técnica y yo en la parte estética. Fuimos resolviendo cada detalle a medida que se nos planteaba el requerimiento. Por ejemplo conseguimos unas canastas para guardar las copas y las adaptamos. Con una palangana vieja de chapa la utilizamos de bacha en la cocina”, acotó Adriana, que se ocupa de los detalles funcionales y estéticos en la embarcación. Además, dice Carlos, que es una excelente cocinera a bordo.
“Expreso San Nicolás” es realmente un loft flotante, lo que soñaban sus propietarios lo lograron con esta restauración. Cuenta con todas las comodidades para disfrutar de la navegación, pernoctar a bordo y compartir entre amigos placeres gastronómicos. Estructuralmente está intacto, a pesar de sus 87 años de vida. Cuenta con una noble planta impulsora, un motor Mercedes Benz 1114, maquina probada en camiones y colectivos en Argentina durante muchísimos años.
Fue concebido en Inglaterra como goleta, trabajó por más de medio siglo como lancha de pasajeros en el Paraná medio y hoy es un moderno “departamento flotante” que pasea su robusto diseño por los ríos y arroyos del Delta.
Ficha técnica
Tipo: Goleta
Año de construcción: 1930
Procedencia: Inglaterra
Eslora: 15 metros
Manga: 3,65 metros
Calado: 1 metro
Puntal: 1,5 metros
Velocidad crucero: 10 nudos
Motor: Mercedes Benz 1114
Consumo: 8 litros/hora
Combustible: diesel