Federico Michetti, director deportivo del circuito, nos relata en Cerdeña las claves del éxito del circuito ClubSwan Racing
Swan es al mundo de la vela lo que Porsche al mundo del motor, la marca de veleros que todo aquél que ama la navegación sin motor sueña con tener. De hecho, se han hecho menos de 2.500 unidades en los 57 años de historia de la firma, lo que indica que salen del astillero poco más de 30 veleros de media al año.
Tras unos años marcados por el huracán del COVID, y una vez superada la crisis posterior, los grandes circuitos de regatas han vuelto a su normalidad. Y, entre todos ellos, el ClubSwan Racing, que lidera el mítico astillero, se ha confirmado como la apuesta más sólida del momento. Para calibrar la veracidad de este estado de ánimo en los pantalanes, en Relevo nos fuimos hasta Villasimius, en el sur de Cerdeña, para comprobar en directo el auge de los Swan.
Hay un total de 28 veleros representando a 9 países compitiendo en Cerdeña divididos en tres clases según su eslora: 36, 42 y 50 pies. En sus tripulaciones, campeones olímpicos y del mundo, vueltamundistas, regatistas de Copa América… la crème de la crème, aunque ninguno de ellos lleva la caña del velero: ese es un privilegio reservado al armador, que además de financiar el barco lleva el timón en las regatas. Ese es el gran secreto del auge de estas clases; imaginen poder competir en la Liga española formando equipo con los mejores futbolistas del mundo y tú ejerciendo como capitán. Este fenómeno tiene hasta su concepto bien definido en el mundo la vela: owner/driver, es decir, propietario/conductor.
Nos sentamos a charlar primero con Federico Michetti, un excelente regatista que ejerce como responsable de actividades deportivas de ClubSwan Racing, para entender las claves de este auge. “Al final se trata de hacerlo con amor y pasión, con la suerte de tener detrás a una gran marca como es Nautor Swan, y que los armadores estén felices poniéndoles las cosas fáciles. Trabajamos duro para que no solo esté contento el que se lleva la Copa, sino también el que queda último“.
Estamos en la cantina de la Lega Navale de Villasimius, con lo que el ruido de fondo es potente. Y entre este ruido, sobresalen (cómo no) gritos en castellano, un idioma con un notable protagonismo en la flota. “Tenemos una muy buena presencia de armadores y regatistas españoles. Amamos a España y amamos la Copa del Rey, siempre hemos tenido una conexión muy especial con el Náutico de Palma, es muy agradable y muy cálida. El año pasado estuvimos también Valencia y fue un evento increíble y este año vamos a Mahón. España ocupa un lugar especial en nuestro corazón“, destaca Michetti.
Federico navega además en el Cuordileone, uno de los veleros del dueño de Swan, Leonardo Ferragamo, hijo del mítico zapatero que vistió a todas las estrellas de Hollywood en los años dorados. Leonardo, un enamorado de Swan desde que era pequeño, entró al rescate de la empresa en 1998 después de que un incendio arrasara el astillero original, creado en 1966 por el finlandés Pekka Koskenkyla. “Leonardo cumple ahora 25 años al frente de Swan y no he conocido a un navegante más apasionado en toda mi vida. Además, viniendo del mundo de la moda le aporta un glamour que nos hace muy especiales”.
Además, uno de los grandes secretos de los Swan es su rendimiento deportivo. Por ejemplo, el primer ganador de la historia de The Ocean Race en 1974 fue un Swan, el Sayula mexicano armado por Ramón Carlín. Y Juan Kouyoumdjian, uno de los diseñadores más radicales del mundo, es el responsable de algunos de los modelos más innovadores de la marca.
De hecho, el propio Juan K es el diseñador de referencia de los Club Swan en la actualidad, habiendo tomado el testigo de otro mito argentino como fue German Frers. Siguiendo con el castellano, nos paseamos por los pantalanes para encontrarnos con los armadores españoles que hay en la flota: Pedro Vaquer con el Nadir y José María Meseguer con el Pez de Abril, ambos de 42 pies. El Nadir, además, tuvo un 2022 excepcional, ganando todas las grandes regatas en las que participó.
“Es verdad que el Nadir nos mojó la oreja a todos el año pasado, pero este año veremos qué pasa”, recuerda Meseguer entre risas. “La verdad es que José María y yo llevamos unos ocho años con el Swan 42, empezamos cuando no había ni clase. Además tanto el Pez de Abril como el Nadir compartimos un hecho que ya se ve muy poco: toda la tripulación española, mientras que el resto siempre hace algún fichaje extranjero“, explica Vaquer.
“El secreto es que los de ClubSwan Racing lo hacen muy bien y somos como una familia, también entre los armadores. En el agua vamos a saco, pero al llegar a tierra la cerveza está igual de fría para todos“, destacan. “Ahora queremos llevar más regatas a España, sobre todo a Valencia por ejemplo, que fue un éxito el año pasado con el Mundial. Que no se quede casi todo en Italia, sino hacer una cosa un poco más equilibrada”.
Fuente: Relevo
