En Corrientes los ambientalistas solicitaron una veda total para proteger la población ictícola, pero esa medida no funcionó en Chaco. Las autoridades hídricas advirtieron que la sequía se extenderá en el invierno.
Concluido el operativo internacional “Ventanas de agua”, el río Paraná volvió a una marca extrema de bajante: 46 centímetros de altura en el puerto de la ciudad de Corrientes, de acuerdo a lo registrado por el hidrómetro de la Prefectura Naval Argentina. Los pronósticos son desalentadores y hay preocupación por la fauna ictícola.
Si bien en mayo ya hubo un registro histórico de bajante, una medida de las represas hidroeléctricas Itaipú y Yacyretá permitió que crezca nuevamente por encima del metro y medio, para garantizar la navegación de barcazas hacia el puerto de Rosario.
Cerradas las compuertas el lunes pasado, el crecimiento artificial se desaceleró. La marca actual es la más baja de los últimos cincuenta años.
“Lamentablemente no podemos superar los promedios desde 2019”, señaló a la prensa el vocal de la Administración Provincial del Agua de Chaco (APA), Gustavo Dalessandro, y adelantó que esta “es la bajante más prolongada del río Paraná”.
Las autoridades meteorológicas nacionales también señalaron que la bajante se extenderá durante el invierno.
“La única solución es que haya muchas precipitaciones”, subrayó Dalessandro y añadió que por el momento “lejos está” de ser una posibilidad.
Pesca
Distintos grupos de ambientalistas manifestaron su preocupación por la situación de los peces del río Paraná durante las últimas semanas.
Presentaron petitorios a las autoridades de Recursos Naturales de Corrientes y al gobernador Gustavo Valdés, aunque la postura oficial es mantener la veda extendida.
La modalidad correntina comprende la habilitación de la pesca comercial en un tramo de 98 kilómetros y la obligación de devolver las especies para los pescadores deportivos. Sin embargo, los ambientalistas exigieron una veda total.
Esa medida rigió unos pocos días en la provincia de Chaco, a fines del mes pasado, pero ante los piquetes acuáticos y terrestres de la Asociación de Pescadores de Chaco (Asopecha) tuvieron que dar marcha atrás con la decisión, parcialmente.
Allí sigue prohibida la pesca deportiva y los malloneros pueden trabajar en el Paraná tres días a la semana.
Fuente: El Litoral de Corrientes