Con más de 52 años de trayectoria, el Astillero Arco Iris es un sinónimo de lanchas en Argentina. Construye modelos bajo altos estándares de fabricación. La marca está impuesta en todo el país y cuenta con una planta de producción “modelo” en Tigre.
Don Ernesto Piercamilli fue el creador de este astillero que hoy es un icono en la construcción de lanchas deportivas y de placer en Sudamérica. Hijo de italianos y de oficio carpintero naval, desde los 18 años sus manos dieron forma a embarcaciones de todo tipo que componen parte de la historia de la náutica argentina. Luego sus hijos, Claudio y Pablo, tomaron la posta y dieron continuidad a la obra que su padre comenzó en 1969.
Arco Iris es hoy un astillero modelo, incorpora tecnología de punta, materiales de alta calidad y altos standares de fabricación. El resultado, exitosos modelos de lanchas que se distinguen por la sobresaliente calidad, extremado confort y altas prestaciones.
Su planta de fabricación son dos enormes módulos fabriles ubicados en Tigre. Profesionales, personal técnico capacitado y operarios calificados, junto a maquinaria de vanguardia y tecnología de punta, son los encargados de la fabricación de las exclusivas lanchas.
Como se fabrican las lanchas Arco Iris
La construcción de una lancha comienza con la matriz. Si se observa con detenimiento, tiene la forma de la embarcación, pero en negativo, ósea al revés. El primer paso consiste en el encerado de la matriz del casco. Las matrices son desarrolladas y construidas por el astillero.
Su planta de fabricaron son dos enormes módulos fabriles ubicados en Tigre. Profesionales, personal técnico capacitado y operarios calificados, junto a maquinaria de vanguardia y tecnología de punta, son los encargados de la fabricación de las exclusivas lanchas.
La construcción de una lancha comienza con la matriz. Si se observa con detenimiento, tiene la forma de la embarcación, pero en negativo, ósea al revés. El primer paso consiste en el encerado de la matriz del casco. Las matrices son desarrolladas y construidas por el astillero.
A diferencia del proceso automotriz donde la pintura es lo último que se hace, aquí es diferente. Se comienza por la pintura.
Para que no se adhiera ninguna partícula de polvo, el trabajo se hace en una cabina aséptica, la única en su tipo en la industria náutica del país.
En el proceso se aplica una pintura especial, denominada gelcoat, cuyos componentes son resina isoftálica pigmentada con diferentes colores a elección, y cuyas característica más importante es la capacidad de no absorber agua.
Este grado de impermeabilidad le otorga a las embarcaciones una mayor vida útil, tanto en su uso en agua dulce como salada.
Una vez pintado el molde, comienza el siguiente paso, el que se denomina Laminado. Se utiliza la fibra, que es un material compuesto con finísimas hebras de vidrio fundido, mezclado con resina. Esta le otorga una consistencia resistente y a la vez flexible. Para que se convierta en el cuerpo de la lancha hay que distribuirla formando una capa uniforme entre 6 y 7 milímetros de espesor sobre la superficie del molde.
Existe la aplicación de refuerzos especiales, en forma manual, en todas las superficies, son logrados mediante telas denominadas rowings, tejidos intermedios de vidrio de gramajes varios que permiten luego de su aplicación, que las tensiones de carga se repartan en forma bidireccional.
Pero además de tener un resistente casco en fibra de vidrio, la lancha necesita estructura. Para eso se coloca una pieza que se denomina estructura de fondo o, vulgarmente conocida como “araña”. Es como la columna vertebral de la embarcación. Le da rigidez, sostén y equilibrio.
Sobe la araña se coloca un piso de madera que cubre toda la superficie. Se hacen agujeros perfectamente ubicados y en ellos se inyecta el poliuretano expandido.
Los espacios libres entre el fondo de la embarcación y el piso aplicado de madera son rellenados con esta espuma. Es un material que al secarse se transforma en una masa compacta, impermeable de muy poco peso, por lo que contribuye a la flotabilidad de la lancha y genera una importante insonorización al navegar.
Ahora llega el proceso de desmolde y ensamblado.
El casco y la cubierta terminados aún están en la matriz. El proceso de desmolde se realiza con una grua elevando el caso y la cubierta. Luego se unen las dos grandes piezas concretando lo que se denomina el ensamblado.
La unión se sella con remaches y luego se coloca la base del botazo que termina de vincular las dos partes. Luego, el botazo propiamente dicho que es un elemento que garantiza que los impactos no sean tan importantes cuando luego navegando se golpea un muelle u otro elemento contundente.
Pero la tarea no termina ahí. Arco Iris es uno de los pocos en la industria que hace el “cocido interior”. Con la misma fibra de vidrio y resina y en forma manual se hace una costura por todo el perímetro de la unión. Esto garantiza la terminación estructural de la lancha y la impermeabilidad absoluta.
Terminada la estructura, se lleva al sector de terminaciones, donde el producto cobra lujo y confort. En este sector se hacen los detalles finales. Se instalan desde pequeños accesorios y herrajes hasta elementos de última tecnología, como el caso de los tableros que se hacen a medida exclusiva.
Instalados los accesorios el producto pasa al sector de pulido final. Se realiza un repaso general y se colocan los calcos definitivos que identifican cada modelo en forma exclusiva.
Algunas lanchas pasan a ser parte del stock del astillero y se alojan en los modernos racks del depósito.
Otras, las están esperando los flamantes propietarios. Para ello inmediatamente se llevan a la Guardería Arco Iris donde se encuentra el sector de taller para hacer la instalación del motor y accesorios electrónicos.
Muchas lanchas ya vendidas quedan en casa! Arco Iris cuenta con una moderna guardería estratégicamente ubicada en Tigre, a escasos metros del Río Luján.
Un modelo de cada lancha como mínimo, tiene como destino el moderno Show Room que la empresa tiene en Avenida del Liberador al 2900 en Punta Chica, San Fernando.
La calidad, el desarrollo y la innovación es lo que distingue a Arco Iris, un astillero modelo, con historia propia y que ha trascendido nuestra frontera. Desde Tigre ofrece embarcaciones modernas y versátiles, pensadas para todas las demandas y con elevados estándares de seguridad, confort y prestaciones.
