Decadence es un yate de lujo con diseño futurista que parece haber amerizado en el mar como una nave espacial
Curiosamente, su creador Andy Waugh dice haberse inspirado en el pasado para realizar una propuesta que mira al futuro. El diseño conceptual pretende ser todo un tributo a los avances automotrices y aeronáuticos de los años veinte del siglo XX. Los hay que creen ver en su silueta líneas de vehículos como el Delahaye 135 de 1936, el Hispano Suiza Dubonnet Xenia de 1938 o el Talbot Lago de 1938.
Su estructura con formato de catamarán mide unos 80,46 metros de eslora (264 pies) pero, a diferencia de éstos, sus dos cascos están profundamente sumergidos en el agua. Un diseño conocido como Small Waterplane Area Twin Hull (SWATH), en su denominación anglosajona, que para Waugh tiene un potencial aún no explotado en el ámbito de la navegación recreativa.
Precisamente esa estructura al estilo SWATH es la responsable de la llamativa silueta similar a una nave espacial. Pero sus beneficios no son sólo estéticos sino que también aportan una mejora significativa en la estabilidad de la embarcación con respecto a los yates convencionales. Los dos cascos exteriores cilíndricos están sumergidos bajo el agua y conectados al casco principal mediante cuatro puentes, dos en la proa y otros dos en la popa. Esta peculiaridad de diseño minimiza el área de la sección transversal de la estructura en la superficie del mar, lo que reduce de forma significativa el cabeceo y el balanceo hasta en un 70 por ciento en comparación con un monocasco tradicional. Como consecuencia, el Decadence proporciona una navegación más fluida y segura que la mayoría de las naves de similares dimensiones. Y eso, a pesar de contar con una manga de más de 30 metros (98 pies) y un desplazamiento de aproximadamente 5.000 GT.
En cualquier caso, su nomenclatura despista. Ya que nada más lejos de la realidad. Su alusión a la decadencia parece un desafío al orden establecido. No en vano, el diseño de sus formas y su peculiar sistema de navegación rompe con los cánones establecidos en la navegación tradicional. Pese a todo, si hay un término que tal vez lo categorice mejor es precisamente su antónimo, puesto que se antoja más como un símbolo de esplendor en el diseño de barcos con tecnología de vanguardia.
Diseño exterior
El Decadence incluye espacio para dos lanchas auxiliares de 14 metros, una con cubierta abierta y otra con cabina completamente cerrada, que pueden desplegarse y utilizarse como lanzaderas a tierra. Lo más curioso de estas embarcaciones auxiliares es que también pueden ser utilizadas como camarotes anexos mientras están acoplados al catamarán.
Por su parte, las diferentes cubiertas cuentan con un área recreativa que puede cerrarse completamente para que los invitados puedan disponer de un área protegida contra las inclemencias meteorológicas o la mala mar. Si bien, en un principio, estaba diseñada para garantizar un espacio de privacidad para el pasaje, no cabe duda de que cumple su doble cometido a la perfección.
Distribución interior
El casco se abre por completo para reconfigurar su estructura si es necesario. Gracias a esta prestación revolucionaria es posible ampliar la suite principal en hasta 20 metros de ancho por 30 de largo con un techo de tres metros de altura. Los camarotes de los invitados se encuentran en la zona central mientras que la tripulación dispone de alojamiento en los cascos exteriores.
El espacioso espacio interior se puede personalizar en función de las necesidades de cada comprador. Si bien, la distribución estándar de la suite principal sigue los parámetros de un apartamento de lujo en Nueva York con unos 600 metros cuadrados de superficie útil.
Última tecnología
Uno de los principales desafíos a los que se enfrenta el yate Decadence tiene que ver precisamente con su enorme envergadura y revolucionario diseño, puesto que complica el atraque y amarre en los puertos de dimensiones medias. Por este motivo, uno de los avances técnicos que ha implementado el estudio Andy Waugh Yacht Design es que pueda funcionar como una isla autónoma con pequeños botes lanzadera. De este modo, basta con lanzar el ancla para que la nave permanezca fijada al fondo marino con total estabilidad sin escorarse siquiera ante condiciones climáticas adversas o mares embravecidos.
Sistema de propulsión
El yate va equipado con un nuevo sistema de propulsión revolucionario de bajo consumo y alto rendimiento, apoyado en uno auxiliar consistente en unas velas hinchables. Una suerte de paneles que se despliegan desde los cascos ovalados laterales que, por su configuración, consiguen reducir el consumo de energía en torno a un 30%. Las velas son retráctiles para adaptarse cuando cambia el viento o sopla en contra, para ahorrar aún más combustible sin comprometer la velocidad.
En cualquier caso, el Decadence no será botado antes de 2025 puesto que el estudio de diseño Waugh se encuentra en estos momentos ultimando una versión exclusiva para un multimillonario tecnológico estadounidense. Su ensamblaje está previsto que se realice en las instalaciones de los astilleros que el constructor Dorries Yachts posee en la ciudad de Bremen. El coste final del proyecto se calcula que estará entre los 300 y los 350 millones de euros.
Fuente: Expansión
