La 75ª edición de la mítica Rolex Sídney-Hobart, la llamada ‘Travesía del infierno’ (Hell Crossing), con un recorrido de 628 millas náuticas (1.164 km) entre el puerto australiano y la capital de Tasmania, se puso en marcha hoy con 165 embarcaciones de ocho naciones en una edición especial.

La salida se produjo durante la madrugada en la bahía de Sídney con la que será la cuarta mayor flota en la historia de la prueba con 1.500 regatistas en competición en pos de la histórica Copa Tattersall, para el vencedor en tiempo compensado absoluto y el legendario Trofeo JH Illingworth para el ganador en tiempo real.

Su denominación de ‘Travesía del Infierno’ procede de la tragedia que acaeció el 27 de diciembre de 1998 cuando una fuerte tormenta alcanzó a la flota en el temible estrecho de Bass (que separa Australia de Tasmania), y el balance fue de seis tripulantes muertos, siete embarcaciones abandonadas, cinco hundidas y de 117 embarcaciones que iniciaron la carrera solo 44 llegaron a Hobart.

Esta edición tiene, de nuevo, como gran favorito al Súper Maxi australiano ‘Wild Oats’, propiedad de la familia Oatley, un diseño Reichel&Pugh (RP100) de 2005, con 30,50 metros de eslora y que luchará por su décimo triunfo en la carrera.

Vencedor en tiempo real desde 2005 a 2008, 2010, 2012, 2013, 2014 y 2018, también ganó en 2017 estableciendo un nuevo récord de la carrera, pero fue sancionado con una hora de penalización por una maniobra irregular poco después de la salida, dando como vencedor al ‘Comanche’ del australiano Jim Cooney, que había protestado contra él. Con esta sanción a su rival, el ‘Comanche’ estableció también el actual récord de la prueba en un día, 9 horas, 15 minutos y 24 segundos.

Al mando de Mark Richards, el ‘Wild Oat XI’ cuenta de nuevo con el español Joan Vila como navegante -ganador en 2014 y 2018- y una tripulación de 19 miembros con 106 participaciones en total en la prueba.

El ‘Wild Oats XI’ defenderá su título del año pasado frente a sus dos grandes rivales directos: el RP100 ‘Black Jack’ del australiano Peter Harburg, -vencedor como ‘Alfa Romeo’ en 2009-, tercero en 2017 y segundo el año pasado, y el VPLP100 ‘Comanche’ del australiano Jim Cooney, ganador en 2015 y 2017 y que tiene al cántabro Pablo Arrarte en la tripulación.

Otros dos Súper Maxis de 100 pies (30,50 metros de eslora) del más alto nivel, liderados por el ‘InfoTrack’ australiano de Christian Beck, ganador en 2016 como ‘Perpetual Loyal’ y que al mando de Joe Akacich cuenta con una tripulación internacional, destacando los españoles Willy Altadill, Antonio ‘Ñeti’ Cuervas-Mons y Carlos Hernández a bordo.

La lista la cierra el Dovell100 ‘Scallywag’ hongkonés de Seng Huang Lee, patroneado por el australiano David Witt y con una tripulación internacional ya rodada en la Volvo Ocean Race.

El gran favorito para la victoria en tiempo compensado absoluto (al tiempo real se le aplica el factor de compensación o ‘rating’ de cada barco) es el vencedor del año pasado, el RP66 tasmano ‘Alive’ de Phillip Turner, que intentará revalidar su victoria, algo que no sucede desde 1964 con el segundo triunfo consecutivo del ‘Freya’.

El pequeño RP40 (12,20 metros) ‘Chutzpah’ del australiano Derw Taylor cuenta con la tripulación más experta de la carrera. Entre los once tripulantes acumulan 263 Sídney-Hobart realizadas.

Destacar también la presencia del medallista olímpico español Rafa Trujillo en el TP52 ‘Envi Scotter’ australiano y del S&S47 ‘Love and War’ de Peter Kurts, vencedor de la Copa Tattersall tres veces: 1974, 1978 y 2006. Junto al ‘Freya’ ha ganado la carrera tres veces.

La embarcación más pequeña de esta edición es el ‘Gun Runner’ del ejercito australiano, con solo 9,20 metros de eslora, al mando del teniente coronel Maurice ‘Reece’ Young.

El barco más antiguo de la flota será el ‘Katwinchar’, un ketch clásico de 32 pies (9,80 metros) construido en 1904 en Inglaterra y que compitió en el Sydney Hobart de 1951, recuperado y restaurado por Bill Barry-Cotter.

Y por vez primera en la historia de la regata Rebecca Connor, al mando del ‘Wonderland’, será la primera patrona/armadora australiana en la competición.

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