Sucedió en la tarde del domingo en Neuquén
Un automovilista atravesó una situación extrema este domingo en la Ruta 237, cuando una embarcación de gran tamaño se soltó de un camión que circulaba delante suyo y estuvo a punto de impactar contra su vehículo, mientras ambos se desplazaban en dirección a San Martín de los Andes.
El incidente se produjo cuando el conductor regresaba desde la ciudad de Neuquén. “Delante nuestro iba un camión transportando esta embarcación”, relató posteriormente. Según explicó, se trataba de un sport cruiser de unos 10 / 11 metros de eslora, “al menos tres veces más grande que la camioneta”, trasladado en un tráiler, a una velocidad cercana a los 120 kilómetros por hora y bajo condiciones de viento.
En cuestión de segundos, la escena se volvió peligrosa. “De repente se desprende y se nos viene encima”, recordó. El conductor logró realizar una maniobra de emergencia hacia la banquina, lo que permitió evitar una colisión frontal, aunque no sin consecuencias materiales.
“Por suerte mordimos la banquina y solo recibimos el impacto de piedras”, señaló. Durante la secuencia, el tráiler terminó rompiéndose y la embarcación siguió avanzando sin control. “El bote siguió deslizándose unos 40 metros por tierra”, añadió.
Las imágenes registradas en el lugar muestran a la embarcación, de grandes dimensiones y con cabina, detenida fuera de la calzada, entre la vegetación, tras haberse desprendido por completo del sistema de transporte.
A pesar de la gravedad del hecho, no se reportaron personas lesionadas. No obstante, el conductor aportó un dato alarmante: el camión no se detuvo tras el incidente. “Siguió su camino, sin advertir lo que había pasado”, afirmó.
Aún impactado por lo vivido, cerró su relato con una frase que resume el estrés del momento: “Todavía tengo un nudo en el estómago”, expresó, al tiempo que solicitó colaboración para poder identificar al responsable del traslado.
El episodio volvió a poner el foco en la seguridad del transporte de cargas, el estado de los tráileres y los riesgos permanentes en rutas con alto flujo turístico, donde un descuido o una falla técnica pueden derivar en situaciones de extrema gravedad en cuestión de segundos.
Fuente: LU 17
