Se trata de Daniel Sielecki, quién intenta hacerse con un águila de bronce de 300 kilos proveniente del acorazado Graf Spee, hundido en el Río de la Plata. “La haré volar en mil pedazos”, expresó el empresario.
La justicia uruguaya resolvió a favor de los permisarios que exploraron el precio y extrajeron la pieza tras más de una década de marchas y contramarchas judiciales. Por lo tanto, el estado de ese país deberá subastarla y entregar una parte del dinero a los mismos.
Según el medio Montevideo Portal, el empresario uruguayo Alfredo Etchegaray, uno de estos permisarios, espera que se encuentre una “salida alternativa” a destruirlo: hacer del bronce del águila un homenaje a las víctimas del Holocausto.
El águila mide 2 metros de alto por 2,8 de ancho, pesa unos 300 kilos y, en la parte inferior, se puede ver una esvástica nazi. Fue rescatada de las aguas de Montevideo en el año 2006, luego de 67 años sumergida, cuando el buque de guerra fue hundido por su propia tripulación en el episodio bélico conocido como Batalla del Río de la Plata.
Fuente: Ambito