Ósmosis en los barcos

Ósmosis: aprendemos a reconocer este fenómeno, que inevitablemente puede dañar el casco del barco, y a actuar en consecuencia para restaurarlo.

La ósmosis es esa terrible “enfermedad” que ataca a la fibra de vidrio del barco, pero que no “cunda el pánico” porque hay remedios y soluciones definitivas que permiten erradicar este mal “náutico” muy fácilmente. El mantenimiento es importante, y es importante observar los “síntomas” de la ósmosis, que ofrecen señales inequívocas a las que debemos reaccionar rápidamente. En primer lugar, tratemos de entender en qué consiste este fenómeno de ósmosis, temido por todo buen navegante.

Toda la materia orgánica absorbe agua, pero desgraciadamente este fenómeno se puede ralentizar pero no eliminar. Esto se puede comprobar con un experimento casero. Si tenés un horno microondas, un plato muy viejo (20/40 años) y un plato nuevo. Si metes en el horno uno y otro plato con un trozo de pan, verás que en ambos casos el pan estará siempre caliente, obviamente, pero el plato nuevo saldrá casi frío mientras que el viejo estará siempre más caliente, en proporción a su antigüedad.

Esto se debe a que el horno microondas actúa sobre las partes acuosas. Y por su parte, la placa vieja, lavada y vuelta a lavar miles de veces, por la fuerza de las circunstancias ha retenido la humedad y se calienta más que una placa nueva por su “edad”; lo mismo ocurre con el casco de un barco que absorbe agua con el tiempo. Pero volvamos al tema de la ósmosis.

Ósmosis el origen

El gelcoat, en la jerga una resina de poliéster, se utiliza para proteger el casco de los agentes atmosféricos y químicos, así como del agua, y también se utiliza para garantizar un acabado estético apreciable. El gelcoat actúa como una membrana semipermeable, favoreciendo el fenómeno de la ósmosis, cuyo nombre deriva del griego ὠσμός que significa “empuje, impulso”.

Esto significa que el agua fluye gradualmente a través de la capa de Gelcoat, llenando los vacíos intersticiales creados durante el procesamiento del GRP. Las burbujas se forman lentamente y aumentan de volumen mientras siguen absorbiendo la humedad que se infiltra lentamente.

La presión en el interior del Gelcoat, en contacto con la fibra de vidrio, puede alcanzar varias atmósferas y provocar la característica deslaminación de la superficie con la formación de una capa rugosa, que comúnmente se denomina “piel de naranja” y que, posteriormente, provoca una verdadera explosión, seguida de la formación de cráteres de tamaño variable desde unos pocos milímetros hasta unos pocos centímetros.

Observa la ósmosis y hacelo con cuidado. La mejor manera de diagnosticar si tu embarcación sufre de ósmosis es sólo mediante la observación directa: hay que eliminar el gelcoat por abrasión en el punto en el que parece haber hinchazón o ampollas.

Si la “enfermedad” en curso está en una fase avanzada, aparecerán inmediatamente caries que serán claramente visibles a simple vista. Es necesario investigar en el interior de la fisura, tal vez con una bola de algodón o palpando directamente con los dedos, si hay un olor fuerte, punzante y de ironía a amoníaco, el síntoma es inequívoco. Pero no es el final de la historia. Ha llegado el momento de arremangarse y la técnica de la que hablamos será una ayuda fundamental. Gracias a los preparados modernos, la recuperación de la ósmosis es segura.

Ósmosis: una operación de artesanía fina

El trabajo comenzará con la eliminación del barniz protector y del Gelcoat en correspondencia de las ampollas que se han formado, utilizando, si se tiene la posibilidad, un lijado fino. A continuación, aclararemos muy bien y varias veces, siempre con agua dulce y, si es posible, utilizando un chorro de alta presión para facilitar la limpieza de las superficies dañadas. Una vez hecho esto, hay que dejar que el casco se seque completamente exponiendo el barco a la luz del sol y a la ventilación durante un periodo bastante largo, pero nunca inferior a dos meses.

Cuando esté seguro de que el proceso de secado se ha completado, empezará a aplicar la imprimación epoxi con un pincel y rellenará los cráteres con una preparación de dos componentes, compatible con la imprimación, intentando llenar completamente cada cavidad. Un lijado cuidadoso preparará la superficie para la aplicación de varias capas de una capa de fondo epoxi de dos componentes de gran espesor, que debe garantizar tanto la adhesión como la impermeabilidad.

Sólo después de que se haya completado todo este trabajo, para concluir el ciclo y devolver a su “criatura” al agua con seguridad, se puede llevar a cabo el tratamiento antiincrustante normal.

En el mercado hay una decena de marcas de pintura que se pueden recomendar, pero recomendamos aquellas que distribuyen junto al producto un material informativo amplio y, sobre todo, comprensible; ni que decir tiene que quién es capaz de ofrecer una información exhaustiva sobre lo que hace, seguro que tendrá las ideas más claras sobre el producto que fabrica. Y entonces, si no fuera así, ¿cómo podríamos transmitirle toda esta ciencia para combatir la ósmosis en su barco?

Fuente: Todos los Barcos

Artículo anteriorCRN LANZA UN NUEVO 62 METROS, EL M/Y RIO
Artículo siguienteROLEX CIRCUITO ATLÁNTICO SUR 2022, FINAL DEL CAMPEONATO