La Guardia Civil tiene previsto llevar a cabo este lunes los trabajos para desvararlo
El hallazgo de un velero encallado en la playa de la Garrofera, en El Saler (Valencia), ha desatado un enigma que mantiene en vilo al litoral valenciano. La embarcación, descubierta por Salvamento Marítimo el pasado 12 de julio, fue encontrada sin ningún rastro de tripulación a bordo, y hasta ahora, no se ha podido esclarecer cómo llegó hasta esa zona.
Tras nueve días sin avances en la investigación, la Guardia Civil tiene previsto realizar este lunes las labores necesarias para desencallar el barco, según ha confirmado la Benemérita a este medio.
Según ha podido saber ABC tras contactar con el Real Club Náutico de Valencia, el velero en cuestión, de nombre King of the Kings, tenía su amarre habitual en esas instalaciones. Su propietario, originario de Málaga, fue notificado por correo electrónico para que trasladara su embarcación, ubicada en el pantalán 2, amarre 2, debido a la celebración del Trofeo SM La Reina. Al no encontrarse en Valencia, solicitó al personal del club que se encargara del traslado, una práctica común y autorizada en estos casos.
Una vez concluida la competición, desde el club aseguran que el velero fue amarrado de nuevo correctamente en su ubicación habitual. Además, destacan que el equipo de marinería está altamente cualificado y que las maniobras se realizaron conforme a los protocolos, sin indicios de negligencia por parte del personal.
En los días previos al hallazgo del barco encallado, algunos testigos del club afirmaron haber visto a varias personas limpiando el velero, “como si se prepararan para zarpar”. Desde el club insisten en que alguien debió haber sacado la embarcación navegando, ya que no llevaba vela, por lo que tuvo que ser maniobrada por alguien con conocimientos técnicos para manejar este tipo de barco.
Las mismas fuentes indican que la Guardia Civil ha iniciado una investigación, revisando las grabaciones de las cámaras de vigilancia con el objetivo de identificar a quienes estuvieron a bordo el día de su desaparición.
Por su parte, el propietario ha asegurado que desconoce cómo su embarcación terminó en la playa de la Garrofera y, tras ser notificado por Salvamento Marítimo, presentó una denuncia. En declaraciones a Las Provincias, el dueño negó haber autorizado el acceso al velero a nadie más que al personal del club para facilitar su participación en la regata. También denunció la desaparición de varios elementos del barco, como el ancla y el molinete, objetos pesados que, en su opinión, no podrían haber sido retirados por una o dos personas. Además, insiste en que el velero no estaba en condiciones de navegación, ya que se encontraba en proceso de restauración, y le resulta sorprendente que alguien decidiera llevárselo en ese estado.
Fuente: ABC